Ucrania: se busca solución urgente

El mundo mira hacia Múnich este fin de semana, y por buenas razones. Ahí se da cita la diplomacia oficial, pero también hay lugar para encontrar nuevas soluciones, o por lo menos, para buscarlas. La expectativa pocas veces ha sido tan grande. Un reto es la terrible guerra de la milicia terrorista Estado Islámico, lo mismo que las batallas en el este de Ucrania, que han costado la vida de más de 5.300 personas. El entorno habla de un “orden mundial que se derrumba”, tema que es central en la agenda de la Conferencia de Seguridad. Según dijo a DW Wolfgang Ischinger, director del encuentro, “mientras más graves son las crisis, mayor es la importancia de esta conferencia para los funcionarios que quieren encontrar soluciones a los distintos conflictos”.

Presión internacional

Hay más que suficiente material para los diálogos en los que participarán 20 jefes de Estado y de Gobierno, así como 60 ministros de Defensa y Asuntos Exteriores, más especialistas, en el tradicional hotel Bayerischer Hof (arriba en la imagen). No solo habrá encuentros oficiales, sino también diálogos confidenciales en los salones que han presenciado más de una discusión acalorada.

Ahí se encontrarán el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, antagonistas en el conflicto que ha conducido a una nueva era de hielo entre Rusia y Occidente.

Sin duda, la escalada de violencia en el este de Ucrania será uno de los temas centrales en Múnich. La canciller Angela Merkel asistirá al encuentro, luego de hablar, acompañada por el presidente francés, Francois Hollande, con los presidentes de Ucrania y Rusia, Poroshenko y Putin. Merkel apuesta por una solución diplomática, y rechaza envíos de armamento adicional al ejército ucraniano. El vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden, quien encabeza una numerosa delegación, también se ha pronunciado en contra de enviar armas a Ucrania, pero al mismo tiempo ha criticado enfáticamente la intromisión de Moscú en Ucrania. Estados Unidos está dispuesto a “elevar el precio por el agresivo comportamiento de Rusia”, dijo Biden al periódico alemán Süddeutsche Zeitung. En juego está nada menos que la seguridad de Europa, aseguró.

El papel de Alemania

A su vez, el gobierno alemán realiza grandes esfuerzos por encontrar una salida diplomática a este conflicto, y esto coincide con el tema central de la Conferencia de Seguridad. Tanto el presidente como los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores se han pronunciado al unísono a favor de un mayor involucramiento de Alemania en las crisis internacionales. En ese marco fue que se produjo el envío de armas y la instrucción militar a los kurdos que combaten al Estado Islámico en el norte de Irak.

Desde la perspectiva de la ONU, Alemania podría hacer más. “Sería bueno que también viéramos los recursos de Alemania en África”, dijo a DW el subsecretario general de la ONU, Jan Eliasson, en referencia a las misiones de paz de las Naciones Unidas. “Diría que Alemania, con su tradición, podría hacer aportaciones en todas las fases de una crisis: tanto en la prevención, como en la crisis misma y el postconflicto”, señaló Eliasson, quien también participará en la conferencia de Múnich.

Importancia creciente

No solo por la calidad de los participantes, sino también por su creciente cantidad, el encuentro de Múnich es considerado el más importante de su tipo en Europa. Quien tenga algo que decir, puede hacerlo con la certeza de que tendrá cobertura mediática hacia todo el mundo. Este prestigio se ha venido forjando desde hace décadas.

En 1963, su año de fundación, la conferencia se dedicó días a analizar el desarrollo del ejército alemán. Los salones del encuentro estaban dominados por los uniformes, lo cual no impidió que grupos de manifestantes expresaran afuera del hotel su rechazo a los “promotores de la guerra”.

En un principio, el encuentro tenía un carácter marcadamente transatlántico, pero en los años noventa se abrió a la participación de delegados de otras regiones. A partir del 11 de septiembre de 2001, el programa de la conferencia está definido por los grandes focos de conflicto mundiales. Pero precisamente por su carácter informal, la conferencia a menudo ofrece la oportunidad de analizar enfoques que luego pueden ser retomados en la política real.