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Ucrania, viento en popa hacia Europa

Bernd Johann (CP/ ELM)27 de octubre de 2014

Si bien los partidos proeuropeos obtuvieron una clara mayoría en el Parlamento ucraniano, las élites y los populistas siguen presentes. El viejo sistema no fue superado, pero hay gran una oportunidad, opina Bernd Johann.

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Imagen: Getty Images

Los ucranianos han votado, y estas fueron tal vez las elecciones más importantes desde que ese país declaró su independencia, ya que, por primera vez, en el Parlamento de Ucrania habrá una amplia mayoría prooccidental que podría llevar a cabo reformas y guiar a Ucrania en su camino hacia Europa. Por primera vez también participarán jóvenes activistas con ideas liberales y democráticas que trabajan por un cambio y que, con sus candidaturas en posiciones seguras de la lista, lograron ingresar al Parlamento. Son los que en el invierno boreal de 2013 participaron, junto con otros cientos de miles de personas, en las manifestaciones que desembocaron en la caída del régimen corrupto y autoritario de Yanukóvich. Ahora, asumen su responsabilidad en el Parlamento y deberán demostrar si son capaces de poner coto a la influencia de antiguas élites políticas y de la oligarquía, y de empresarios millonarios que al hacer política persiguen, sobre todo, intereses personales.

Mayoría proeuropea en el nuevo Parlamento

Los activistas de la Plaza Maidan son los vencedores de estas elecciones, así como los partidos que lucharon desde ese momento por reformas políticas y sociales. En primer lugar, la alianza electoral del presidente del país, el Block Petro Poroshenko, y el partido Frente Popular, del jefe interino de gobierno Arseni Yazenyuk. Ambos partidos poseen juntos la mayoría en el nuevo Parlamento, y ahora están en condiciones de modernizar el país siguiendo el modelo europeo.

Bernd Johann, de Deutsche Welle.
Bernd Johann, de Deutsche Welle.Imagen: DW/P. Henriksen

Además, otros partidos se perfilan como socios de coalición, y un frente amplio sería lo más sensato a fin de poder llevar adelante las urgentes, necesarias y en parte dolorosas reformas económicas y sociales. El partido “Autoayuda”, muy fuerte sobre todo el oeste de Ucrania, que estará representado por primera vez en la Rada Suprema, y, asimismo, tal vez el partido Patria, de Julia Timoshenko podrían colaborar para que Ucrania afiance su derrotero político hacia Occidente.

Sigue la influencia de antiguas élites

Pero eso no será tarea fácil, también porque las fuerzas proeuropeas se ven afectadas por rivalidades personales. A eso se suma que, junto con las nuevas caras, en el Parlamento de Ucrania seguirán ejerciendo influencia las viejas élites, entre ellas, los ex aliados de Yanukóvich, que formaron un bloque de la oposición. El sistema electoral ucraniano, con su nueva combinación de listas cerradas y la elección de candidatos directos, evidentemente hizo también posible esta vez que personas poderosas y adineradas pudieran comprar mandatos en el Parlamento. Además, las fuerzas populistas de derecha podrían dificultar la labor constructiva, pero obtuvieron un porcentaje mucho menor del que se esperaba. El partido de extrema derecha Sector Derecho no logró entrar a la Rada, y también los nacionalistas Svoboda y Partido Radical están en franco descenso. Los ucranianos no tienen demasiada simpatía por los partidos de extrema derecha.

La elección legitima el cambio en el poder

Es por eso que estas elecciones fueron un gran éxito para la democracia de Ucrania. El cambio en el poder será legitimado. Rusia, que le negó hasta ahora la legitimidad al gobierno de transición y difamó a los protagonistas de las protestas en Maidan tildándolos de fascistas, ya no puede apelar a esos argumentos carentes de validez. Los ucranianos apostaron esta vez, como durante los comicios en mayo, una vez más y con una amplia mayoría a las fuerzas democráticas.

Incluso el hecho de que muchas personas no pudieran votar debido a la guerra en el este de Ucrania no cambia en absoluto la legitimidad de estas elecciones. Los mandatos de los distritos electorales afectados siguen sin estar ocupados. No fue Kiev sino Moscú quien, a través de la anexión de Crimea y su apoyo a los separatistas y mercenarios en Donbas privaron a sus habitantes de participar en unos comicios libres y transparentes, y esta elección impulsa a Ucrania aún más hacia Europa. Los ucranianos quieren una perspectiva europea de vida. El claro resultado de las urnas ofrece una gran oportunidad para lograrlo. Ahora el turno es de la clase política de Kiev. La Unión Europea debe apoyar a Ucrania, también con la posibilidad de que pase a ser un país miembro.