UE debe mantener embargo de armas a China
9 de noviembre de 2005
“Embargo de armas a China debe persistir”
El periódico liberal londinense The Guardian editorializa con ocasión de la visita oficial del jefe de Estado chino Hu Jintao, a Gran Bretaña: “La agenda de conversaciones con Tony Blair refleja los aspectos en los que Pekín es hoy importante para el mundo. Particularmente importantes son el crecimiento económico avasallante de China, de un nueve por ciento, y su avidez de recursos, desde el petróleo hasta el acero.
Relevantes son la degradación ambiental que produce su desarrollo industrial, y los gastos en armamento, que erizan los nervios a Tokio, Taipei y Washington. El paso veloz de China de un comunismo campesino a un “leninismo de mercado" alimenta un masivo cambio social y un fenómeno consumista que afectará la democracia, la libertad y la supremacía de la ley. En cuanto a derechos humanos, China sigue preocupando seriamente, y por ello es importante que la Unión Europea mantenga el embargo de armas, impuesto luego de la masacre de Tianamen, en 1989”.
“Francia debe tomar un rumbo agrario distinto”
“Le Monde” de París comenta acerca de la política agraria francesa con vistas a la negociaciones de la OMC: “Ya es hora de que Jaques Chirac lo asuma, y de que Francia deje de defender su política agraria. Esto sólo la conduce a atacar sin sentido a Bruselas, para luego retroceder vergonzosamente. Esta vez volverá a suceder lo mismo. Después de todo, no podemos ser el único país en el mundo que imponga un veto para liberalizar el comercio. Es tiempo de que Francia tome otro rumbo agrario, uno más ofensivo, y que se ocupe en mayor medida de la calidad y la protección del medioambiente”.
“Bisky debería haber despejado resquemores”
El matutino alemán “Süddeutsche Zeitung“ comenta la derrota por cuarta vez consecutiva de Lothar Bisky, presidente del Partido del la Izquierda, en la votación para la vicepresidencia del Parlamento germano: “Tal vez Bisky debería haber dejado claro que renunciaría a la presidencia de su partido y así disipar a las dudas acerca de la compatibilidad del mismo y su candidatura a vicepresidente del Parlamento. Tal vez de este modo se hubiese ganado la confianza necesaria. Tal vez, pero no se puede asegurar nada.
Se puede, eso sí, suponer que detrás del rechazo de Bisky se esconden grandes animosidades contra políticos con una biografía típica de la ex República Democrática Alemana, que, mal que bien, se pusieron de acuerdo con el sistema. Bisky se desempeña en la política, y en Alemania aún persiste la antigua imagen del “enemigo comunista”, que sobrevivió a la Guerra Fría. Lothar Bisky debería haber aprovechado la oportunidad para abrir la discusión sobre esta manera de pensar, y echar luces sobre la cuestión alemana, después de 15 años de reunificación”.