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UE-Grecia: clima político enrarecido

Alexander Kudascheff (JOV /CP)13 de marzo de 2015

Desde la toma de posesión del nuevo gobierno griego de Tsipras, el ambiente político en la Unión Europea se ha deteriorado, algo que se creía cosa del pasado, dice Alexander Kudascheff.

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Ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble (izqu.) y su homólogo Varoufakis.
Ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble (izqu.) y su homólogo Varoufakis.Imagen: picture alliance

El clima político en la UE está envenenado: no solo entre Berlín y Atenas, sino también entre Atenas y el Banco Central Europeo (BCE). Así como entre los 18 países de la eurozona y Atenas - y viceversa. La Unión Europea puede estar a punto de entrar en crisis, si es que no se encuentra ya en medio de ella.

De repente parecen resurgir ánimos y resentimientos nacionalistas en este gran proyecto para la paz. El lenguaje que viene utilizando el nuevo Gobierno griego contra sus socios en la UE había no se había visto en décadas de convivencia pacífica.

También antes se debatía duro

No hay duda: también en décadas anteriores hubo engaño en las mesas de negociaciones europeas. También hubo regateo por las prebendas para cada país. La diferencia es que las duras negociaciones no iban acompañadas de insultos y amenazas de romper las reglas y contratos firmados.

El nuevo gobierno griego, elegido por sus promesas electorales, con base en un mandato amplio, es el que ahora utiliza ese duro tono. Un populista ministro de defensa de derecha que amenaza con expulsar hacia el resto de Europa a medio millón de refugiados, violando así la política de asilo común. Y el primer ministro griego Tsipras abre, por su parte, un nuevo frente exigiendo reparaciones de la II Guerra Mundial de Alemania en el póker de negociación por el rescate financiero de Grecia. Una y otra vez el Gobierno de Grecia habla de la troika y los socios europeos como “invasores”, cuando realmente son sus socios, a pesar de todo.

Hay que decirlo claramente: los países del euro quieren ayudar a Grecia. Y es comprensible que lo hagan teniendo en cuenta sus expectativas y necesidades. Su principio de que una deuda no se debe pagar con otra deuda es lógico. No en vano, así es como España, Irlanda y Portugal están saliendo de la crisis.

También es innegable que este principio económico fracasó en Grecia. En eso tiene razón el nuevo gobierno de Atenas. Grecia se ve amenazado por la quiebra económica y una emergencia social. Peor aún: Grecia es sacudido por una crisis política.

Alexander Kudascheff
Alexander Kudascheff, redactor jefe de DW.Imagen: DW/M. Müller

Abuso táctico del tema de las reparaciones

Pero eso no es motivo para elegir a Alemania como chivo expiatorio, abusando además de la cuestión de las reparaciones por crímenes de guerra cometidos por los nazis como táctica de negociación. No hay duda de que Alemania debería compensar, especialmente, a las víctimas supervivientes de la ocupación nazi. Tal vez se pueda pensar en ello y determinar si se puede hacer algo más de lo que ya se ha hecho.

Pero legalmente, Alemania, como Estado que heredó la carga dejada por la dictadura nazi, ya cumplió sus obligaciones de reparación financiera con Grecia. Pero el tono en que se piden las cosas es decisivo. Alemania, como otros países, siempre ha sido solidaria con Grecia, justo después del fin de la Junta militar. Berlín ha ayudado a Grecia también dentro del marco de la Unión Europea.

Es hora de desintoxicar el ambiente y enfrentar los problemas económicos y políticos objetivamente. Esto no es válido solo para Atenas, sino también para otros países de la UE. De lo contrario, el exitoso proyecto de paz de más de 50 años que se llama Unión Europea puede volar en mil pedazos. Y aunque no fuera intencionalmente, sería desastroso.