Berlusconi en Berlín
12 de enero de 2011De no ser por el crucial momento en la historia política del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, las consultaciones para las que se trasladó a Berlín junto con cuatro de sus ministros podrían haber sido denominadas de rutina. Pero, está a pocas horas de saber si la Corte Constitucional permite la ley del “legítimo impedimento” que él cortara a su medida para poder no comparecer a los cuatro juicios que tiene pendientes por lavado de dinero y corrupción. Además, Italia se encuentra en lugar preferente en lista de los países que podrían seguir el camino de la debacle fiscal griega.
El tema principal
El tema principal de las conversaciones: el fondo de rescate para el euro. A pocas horas de que Portugal haya subastado con éxito parte de su deuda, los mandatarios de Berlín y Roma exhortaron al optimismo y pidieron más confianza de sus ciudadanos. “También las cuestiones sicológicas juegan un papel importante”, enfatizó la canciller alemana en la rueda de prensa, haciendo alusión a la especulación en los mercados financieros que ataca a un país tras otro de la zona euro. No obstante, las “cuestiones sicológicas” podrían tener otra lectura:
“Berlusconi besa a Berlín”, así titula el diario sensacionalista Bild la noticia del encuentro con la canciller Angela Merkel. Después de meses de escándalos y de haberse salvado por pocos votos de la moción de censura que habría dado al traste con el mandato de il cavaliere, a Berlusconi le viene de perlas ejercer otra vez de mandatario europeo. Para ello, ¿qué mejor que tomarse la foto de familia con la férrea Merkel?
¿Cercanía o distancia?
Las 28° consultas ítalo-germanas habían empezado ya la velada anterior, con encuentros bilaterales entre ministros. Y con un concierto de gala al que asistió el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, y su homólogo itialiano, Franco Frattini. De creer en la cálida acogida en italiano que pronunció el ministro germano, podría pensarse que todo está bien en las relaciones entre Berlín y Roma, así el comentario del Bayerischer Rundfunk. Sin embargo, las sólo cuatro horas que duró el encuentro llaman la atención y, así varios analistas, serían más bien una muestra de que a Berlín no le conviene manifestar demasiada cercanía con un mandatario en entredicho.
Esto, independientemente de que el endeudamiento italiano (118 por ciento de su PIB), el desempleo y los malos pronósticos de crecimiento económico hayan convertido a Italia en otro niño problema para el club europeo. Aparte de todo, separando a Berlín y Roma se encuentra la idea de la emisión de bonos comunes en la zona euro (para ayudar a países con problemas) lanzada por el ministro italiano, Giulio Tremontti –que cada vez tiene más adeptos- sigue siendo rechazada por Alemana.
¿Una cuestión de optimismo?
Como fuere, en las declaraciones, la canciller aseguró que Alemania hará todo lo necesario para garantizar la estabilidad del euro e hizo acuse de recibo de la petición del comisario de Asuntos Económicos de la Unión Europea para aumentar el fondo de rescate para el euro. De disonancias no se habló. “En Europa lo lograremos. Acometo el asunto con optimismo”, dijo Merkel.
Berlusconi, por su parte, recalcó la importancia de crear perspectivas positivas para el consumo y la economía y “de no dejarse llevar por el pesimismo”. En cuanto a su situación política interna, también positivamente, repondió a la prensa afirmando que los juicios que penden en su contra son “absolutamente ridículos”, que su persona es víctima de magistrados izquierdistas y que su "gobierno no está peligro" decida como decidiera, dentro de pocas horas, la Corte Constitucional.
Autora: Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas