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Un bosque en el desierto

Claudia Herrera Pahl16 de junio de 2004

Una tercera parte de la superficie del planeta se encuentra en peligro de desertificación. Poco es lo que se ha logrado a 10 años de que se firmara la Convención Internacional de Lucha contra la Desertificación.

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El desierto de Mauritania crece cada día.Imagen: Dronne

Iluso quien creyó que la Convención Internacional de lucha contra la Desertificación haría crecer bosques en donde hoy hay desiertos. De hecho a 10 años de su firma, el 17 de junio de 1994, la desertificación sigue avanzando incluso a un ritmo mayor. Cerca de 200 naciones han firmado la Convención desde entonces y a pesar de que en los últimos años la comunidad internacional ha hablado mucho sobre el problema, la financiación y ayuda sigue sin alcanzar a las regiones más afectadas, según Hama Arba Diallo, director de la Secretaría de la Naciones Unidas para la Convención Internacional de lucha contra la Desertificación (UNCCD).

La UNCCD, con sede en la ciudad alemana de Bonn, se encarga de promover programas para contener el avance de los desiertos. La financiación de estos programas se hace vía fondos de ecología.

Círculo vicioso

Según datos presentados por el ministerio Alemán de cooperación y Desarrollo, anualmente se pierden 120.000 kilómetros cuadrados de tierras fértiles. Esto equivale a una tercera parte del área de la República Federal de Alemania.

La desertificación es un problema que afecta a todas las naciones del mundo. El fenómeno se registra en Asia, en Latinoamérica, en África especialmente en la zona del Sahel, en el Mediterráneo y también en Estados Unidos y en Europa. Sin embargo se concentra especialmente en aquellas naciones en las que se ha mal utilizado el suelo. El principal factor tras este fenómeno es la pobreza. El uso excesivo de la tierra y las fuentes de agua desencadena a largo plazo cambios climáticos que desembocan en la desertificación. A ésta le sigue el hambre y la emigración a las ciudades.

En África una tercera parte del suelo es desierto o estepa desértica y se prevé que hasta el 2025 dos terceras partes de las tierras cultivables se pierdan en aquel continente. En Europa un doce por ciento del territorio se encuentra amenazado.

Ejemplo latinoamericano

Diallo Hama Arba hace hincapié en la necesidad de combatir las causas de la desertificación. Sólo si se logra unir los programas promovidos por la UNCCD con esfuerzos que beneficien a las poblaciones locales y que promuevan su conciencia se podrá romper el círculo vicioso.

En algunos países los esfuerzos han caído en suelo fértil, según Hama Arba, que habla sobre los éxitos logrados en Brasil y Argentina, en donde se ha registrado, según declaró a la Deutsche Welle, mejoras en el uso del suelo en los últimos 10 años. En Argentina se promueven proyectos exitosos de reforestación, lo que al mismo tiempo ha creado puestos de trabajo. También en el caso de Cuba se han logrado avances en la lucha contra la desertificación.