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Un cineasta nada convencional: Roman Polanski cumple 75

H. L. & N. A. / Agencias18 de agosto de 2008

Sus películas son tan dramáticas y poco convencionales como su biografía. Satanismo, violencia y huida: a Roman Polanski no le gusta hablar sobre su vida, pero sus obras lo hacen por él.

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Roman Polanski
Roman PolanskiImagen: picture-alliance/ dpa

Incluso el rodaje del clásico de Charles Dickens “Oliver Twist”, uno de sus últimos trabajos, cuenta con elementos indudablemente autobiográficos. La niñez de este cineasta polaco-francés, nacido en París en 1933, que hoy cumple 75 años, no fue menos trágica que la de aquel huérfano.

Su madre, una rusa descendiente de judíos, fue asesinada en el campo de concentración de Auschwitz y su padre sobrevivió al campo en Mauthausen. El joven Polanski sobrevivió tras haber sido llevado del gueto de Cracovia al campo, donde fue albergado por campesinos, escondido en un establo.

En los filmes de este director se habla de personas en manos de lo malvado, ya sea en el mundo de sus temores o en la vida real. Es aquí donde se entrelazó la realidad con sus obras, ya que en 1969 perdió a su esposa, Sharon Tate, embarazada de ocho meses, al ser asesinada por seguidores de la secta de Charles Manson en Los Angeles.

Después de ese crimen, las películas de Polanski se volvieron aún más crueles. "Era obvio que mi siguiente filme, fuera el que fuese, sería más oscuro y sangriento. Si hubiese rodado una comedia me habrían acusado de insensible", declaró el director de cine.

Vida y obra


Así, “Macbeth” se convirtió, después de su película de culto “La semilla del diablo. El bebé de Rosemary”, que recibió un Oscar como mejor actriz secundaria, en una obra que termina en sangre y locura. “Chinatown”, de 1974 y ganó un Oscar como mejor guión, también fue un hito del cine negro. Finalmente, en "El pianista", también muy premiada, el pasado volvió a alcanzar a este director.

En esta cinta, Polanski se siente relacionado con la historia del pianista polaco Wladyslaw Szpilman, quien espera en constante estado de terror y al borde de la inhalición el final de la guerra. En esta película el director reelabora el trauma de su niñez.

Violencia, horror y humor

Sin embargo, Polanski consiguió reconvertir su experiencia con la violencia, que conoció tan temprano, no sólo en películas sangrientas, sino con humor. En "El baile de los vampiros", combina por ejemplo el horror con efectos graciosos. Este clásico fue rodado aún en Hollywood.

En 1978, Polanski abandonó Estados Unidos para evitar un juicio, y se instaló en París. El proceso se produjo por la acusación de haber violado en 1977 a una niña de 13 años. Esto sigue teniendo implicaciones para el director, ya que no le fue posible viajar a Estados Unidos para recibir los 3 premios Oscar personalmente por “El pianista”.

El cineasta tiene la nacionalidad francesa desde 1976 y desde 1989 está casado con la actriz gala Emmanuelle Seigner, con quien tiene dos hijos. Es uno de los directores contemporáneos más originales. Sus películas son en parte surrealistas, a medio camino entre la locura y la realidad.