Un eje necesario
26 de marzo de 2008Como muchos otros periódicos franceses, el parisino conservador La Croix se ocupa de la visita que Nicolas Sarkozy y su esposa, Carla Bruni, realizan a Inglaterra. El rotativo dice al respecto: “A primera vista, la combinación entre el extrovertido Sarkozy y el discreto Brown podría aparecer problemática. Pero si ambos consiguen poner sobre la mesa sus mejores cualidades, entonces serían capaces de sacar adelante importantes proyectos. Por ejemplo, el de la política europea de defensa. Sólo si Francia e Inglaterra caminan juntas, Europa será capaz de procurarse a sí misma su propia seguridad. Londres podría así mantener sus ‘especiales relaciones' con Estados Unidos mientras que París conservaría su imagen de aliado rebelde de Washington.”
Un eje importante
Le Républicain Lorrain, de Metz, coincide: “La Alemania unificada necesita a Francia, pero no de la misma manera como lo hacía la república federal de Konrad Adenauer. El peso de la historia impide a los alemanes ejercer toda su influencia diplomática y militar sobre la cual podría aumentar aún más su poderío económico. Aquí es donde aparece el sentido de un nuevo equilibrio en las relaciones entre Inglaterra y la Gran Bretaña. París y Londres han impulsado la política europea de seguridad y defensa. La colaboración de ambos gobiernos es tanto más importante, pues pese a la necesidad de ahorro presupuestal soportan ellos solos cerca de 40 por ciento del gasto militar europeo.”
Impotencia y cautela
Desde Italia, el Corriere della Sera vuelve a analizar el papel de Francia en un posible boicot a los Juegos Olímpicos de verano, que se celebrarán en Pekín: “La declaración de Nicolas Sarkozy, en cuanto a que no cierra la puerta a ninguna opción para hacer frente a los sucesos en el Tibet, contradice el sentimiento de impotencia y excesiva cautela que impera en otras capitales occidentales. ¿Sería el boicot una opción viable? Resultaría erróneo especular en este momento sobre posibles medidas por parte de Francia. Lo que no puede negarse es que Sarkozy ha endurecido el tono y con ello ha zanjado pleitos internos, incluso en su mayoría parlamentaria. La polémica sigue, sobre todo alrededor de una política demasiado realista frente a Pekín, basada en las relaciones comerciales con el gigante chino.”
Malos embajadores
En Alemania, el Kölner Stadt Anzeiger se suma a la discusión olímpica: “El interés que despierta la actividad deportiva ha multiplicado la atención sobre los abusos a los derechos humanos por parte del régimen chino. Está por verse si las amenazas de boicot ayudan realmente a los tibetanos. Pero la esencia del espíritu olímpico, en el sentido de abandonar aunque sea momentáneamente los pensamientos de guerra y dar oportunidad a la paz, puede traer efectos secunarios indeseables. Todo aquel que niegue de entrada cualquier posibilidad de boicot, sobre todo en Occidente, es un mal embajador de sus propios valores.”