Un longevo y millonario ratón
18 de noviembre de 2003Mickey Mouse cumple hoy 75 años, y a una edad tan avanzada la mirada retrospectiva es insoslayable. Y no, el de hoy no es el que un día fuera: sus ojos cambiaron de ovalados y negros a redondos con pupilas. Su rostro se volvió más redondo y menos ratonil. Sus comentarios inoportunos se los regaló al Pato Donald. Mickey, que nació en 1928 como un ratoncito caradura y un tanto fresco, se convirtió en un símbolo intocable de la perfección norteamericana: redondo, simple, siempre amable. La imagen que lo llevó al éxito mundial. "Las cosas redondas parecen menos agresivas que las angulares", explica un nonagenario dibujante que desde 1939 forma parte del equipo de Disney.
Mickey en Alemania
Debido a que hasta 1933 –cinco años después de su nacimiento- no existía licencias para la figura del roedor de orejas inmensas, su apariencia en ese lustro fue variopinta. En Alemania, por ejemplo, apareció adornando un juego de tazas infantil de la empresa Rosenthal, en un forma que poco tiene que ver con la de hoy. Su carrera en este país fue documentada en una gran exposición en su honor en la Haus der Geschichte, el museo oficial de historia alemana. Fueron las películas las que lo hicieron conocido en este país. Los cines tuvieron venta completa, a veces por semanas enteras, incluso después de que Adolf Hittler subiera al poder. Sin embargo, cuando Estados Unidos declaró la guerra a Alemania, el ya no tan inocuo ratoncito fue prohibido. Después de la guerra, Miguelito –como se lo conoce en algunas partes de América Latina- volvió a Alemania y consolidó su fama de héroe de tiras cómicas.
El idioma internacional
Walt Disney tuvo siempre una relación muy especial con Mickey, a quien prestó su voz hasta que su agenda lo hizo imposible. Eso fue en 1947; sin embargo, su opinión con respecto a su primera figura no varió jamás: "Espero que nunca olvidemos - todo empezó con un ratón". Para Roy E. Disney -el otrora niño para quien fue creado- el roedor sigue siendo el personaje adorable que creó su tío. Para ciertos analistas, no es más que el símbolo de un imperialismo cultural, en cuyos parámetros la niñez no tiene más que una función de consumo. Disfrazado de inocencia, su rol no es más que canalizar los sueños infantiles hacia la lógica del mercado. "Mickey Maus habla un idioma internacional. Los niños de Tokio y París reaccionan igual ante él", acotó Marty Sklar, uno de los gerentes del multimillonario consorcio. Sí, el idioma internacional del comercio y la banalización cultural, contestan sus opositores.
El Ratón Pérez de Disney
Y es que no existe un roedor más famoso ni más adinerado. Mucho antes de que el concepto de merchandising conquistara el mundo, Walt Disney firmó en 1930 un contrato que le aseguraba un 2,5% de la venta de todos los productos por debajo de los 50 centavos y un 5% por encima de ese precio. En Alemania, la edición de los libros de cómic ha vuelto a crecer, y los homenajes por el septuagésimo quinto aniversario no son pocos. Sin embargo, del lugar de donde debería venir el mejor y más grande regalo para el estilizado roedor, no vienen muy buenas noticias: Euro Disney anunció que sus visitantes han bajado en un 5,3% y que sus ventas disminuyeron en un 2,1%, lo que se traduce en unos 56 millones de euros. Además, Mickey hace tiempo pasó a ser un carácter estándar –sobre todo en Estados Unidos-, sólo un símbolo, el portero de plástico de los parques temáticos de Disney. Sin embargo, millones son sus fanáticos, como muchas las quejas por la ausencia de un gran festejo oficial para el ratón que cumplió para Disney la función del ratoncito Pérez: traerle dinero a cambio de su incipientes dientes.