Un parto complicado
22 de agosto de 2003
La ministra de Sanidad, Ulla Schmidt, y el portavoz de la Unión Cristianodemócrata y de la Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CSU), Horst Seehofer, alcanzaron una solución de consenso tras una maratoniana reunión de más de doce horas, que terminó de madrugada.
Los representantes del Gobierno roji-verde y de la oposición llegaron a un principio de acuerdo hace semanas, pero faltaban limar algunos 'flecos' para elaborar un proyecto de ley. La propuesta resultante cuenta ya con el beneplácito tanto del canciller Gerhard Schroeder como de los jefes de la CDU, Angela Merkel, y de la CSU, Edmund Stoiber.
El proyecto será presentado en la primera quincena de septiembre ante la cámara baja del Parlamento (Bundestag), de mayoría roji-verde, para que a finales de mes sea ratificado por la cámara alta (Bundesrat), dominada por los conservadores.
Los dientes serán más valiosos
El consenso alcanzado permitirá que la reforma entre en vigor a principios de 2004 y que las cuotas del seguro obligatorio bajen desde el mismo enero de los actuales 14,4% a 13,6%, para quedar en el 12,15% hacia el 2006. El objetivo de la reforma es reducir los gastos de la sanidad pública y suprimir algunas prestaciones.
Así, las prótesis dentales no estarán ya bajo la cobertura del seguro obligatorio, sino que irán por cuenta de una cuota complementaria, a suscribir bien con una aseguradora privada o con la propia sanidad pública. Asimismo, a partir de 2006 el seguro obligatorio no asumirá los pagos que percibe el paciente en caso de baja prolongada por enfermedad.
Además de estos 'flecos', que habían quedado pendientes de acuerdo, Schmidt y Seehofer habían consensuado ya anteriormente otros recortes en la Sanidad Pública, como la restitución de los gastos de taxi al médico.
El paciente paga
En el futuro, el paciente deberá correr aproximadamente con una media del diez por ciento de los gastos de consultas directas a especialistas y estancias en el hospital, hasta un máximo del dos por ciento de su sueldo bruto anual -o de un 1 por ciento para enfermedades crónicas-.
La sanidad pública no cubrirá tampoco los gastos de la inseminación artificial en mujeres mayores de 40 años ni las esterilizaciones que no sean por estricta prescripción médica.
La reforma sanitaria es uno de los puntales del programa del Gobierno de Schroeder para el saneamiento del sistema social alemán.