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Un paso histórico

12 de diciembre de 2002

La UE se encuentra frente a la ampliación más grande de toda su historia. En Copenhague se discute la admisión de 10 nuevos miembros. Los Jefes de Gobierno y de Estado todavía tienen que limar algunas asperezas.

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Guenter Verheugen, Comisario Europeo encargado de la ampliación de la UE.Imagen: AP

En 1957 eran todavía seis las naciones que formaban el conglomerado económico de la Comunidad Económica Europea. En 1995 la Unión Europea ya comprendía a 15 estados. Y ahora, no pasados ni siquiera diez años, se planea la mayor y más rápida ampliación de la UE. Fue en 1998 cuando Bruselas comenzó las negociaciones con doce candidatos, especialmente del este europeo. Y ahora sólo cuatro años después, diez de ellos recibirán su boleto de entrada al Club, que ya no será tan exclusivo.

Trabajo duro

Detrás de esta velocidad se encuentra mucho trabajo. Los 10 aspirantes de la Unión Europea tuvieron que asumir las amplias y complicadas regulaciones de la UE, para cumplir con los requisitos de admisión. Ya en el mes de octubre pasado el Comisario de Ampliación de la UE, el alemán Günther Verheugen, atestó a los candidatos su compatibilidad. "Nuestra decisión de concretar la admisión es justificada. Los diez países se lo merecen, por fuerza propia lograron cumplir con los requisitos para ingresar en la UE."

Este veredicto deberá ser aprobado ahora por los jefes de gobierno y estado de la Unión Europea. A mediados de octubre todo parecía marchar en calma. Sin embargo después de la propuesta franco germana de financiar la ampliación, se han ido acumulando las quejas por parte de los estados candidatos. Polonia, la República Checa e Hungría se quejan de la mojigatería de la Unión en este proyecto milenario y han demandado una serie de mejoras.

La lucha por el dinero

El resultado ha sido un nuevo paquete de financiación por parte de la presidencia danesa, que según cálculos del gobierno alemán, resultará cerca de 2.500 millones de euros más caro que la propuesta conjunta de Berlín y París. A pocos días de la cumbre de ampliación en Copenhague, se abrió la ronda de poker financiero.

Junto a las demandas por parte de los nuevos estados y el afán de ahorro de los viejos estados, se ha abierto una serie de barriles sin fondo. Por ejemplo Portugal e Italia intentan sacarle provecho al reparto de cuotas lecheras a los nuevos estados miembro, en favor de sus propios campesinos. A pesar de las diferencias, el Ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, recordó la importancia del paso que se dará en Copenhague. " No hay forma de pagar lo que ganaremos en los rubros de seguridad y crecimiento económico. Por lo mismo hay que concretarlo en nuestro propio interés y también en el de nuestros hijos."

Decisión por generaciones

No hay duda que esta decisión afectará especialmente a las futuras generaciones. En Copenhague también se deliberará sobre las negociaciones de admisión de Turquía. También Alemania y Francia han presentado una iniciativa al respecto, que prevé que la Comisión de la Unión Europea investigue los avances democráticos en Turquía.

Si el informe resulta positivo, se le dará a Ankara en el 2004 una fecha para la admisión, es decir que las negociaciones podrían comenzar hacia el 2005. El comisario de la Unión Europea, Günther Verheugen, indicó que la puerta está abierta para Turquía, pero reforzó su postura en el sentido de que no dará el brazo a torcer y no aceptará a ningún país que no cumpla con los requisitos de democracia, respeto de los derechos humanos y protección de minorías.