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Una apuesta arriesgada

2 de noviembre de 2009

La crisis institucional en Afganistán es un reflejo de los profundos problemas que aquejan a ese país, dicen editorialistas europeos este lunes.

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Propaganda electoral en Kabul.Imagen: AP

El periódico Trouw, de Holanda: "La decisión de Abdulá Abdulá de no participar en la segunda ronda de las elecciones presidenciales contribuye a la incertidumbre política. Los comicios tendrán lugar, pero ahora quedarán dudas acerca de si los resultados son dignos de credibilidad. Quienes tienen en la mano un triunfo en esta segunda ronda, frente a un candidato acusado de fraude, son los talibanes. Ahora, éstos podrán afirmar que las tropas occidentales han sido incapaces de llevar democracia a Afganistán y han apoyado a un presidente corrupto. Este argumento pesará en la decisión de Washington, sobre si enviar o no más tropas al país desmembrado por la guerra.”

Apuesta arriesgada

Le Figaro, de París: “Fue una apuesta arriesgada la de sustentar el carácter democrático del Gobierno afgano en una votación realizada mientras el país se encuentra en medio de una guerra. La primera ronda electoral fue opacada por un masivo fraude. Ninguna elección por sí misma puede conformar un país o fundar una democracia. Sobre todo en Afganistán, donde el poder –querrámoslo o no- está abierto a la extorsión y la influencia de los barones de la guerra. La elección no cambiará nada. Sólo nos enseñará cuán grandes son los problemas a solucionar.”

Evitar grandes daños

La Repubblica, de Roma: “Teóricamente, estadounidenses y europeos pueden aplicar diversas soluciones para evitar grandes daños. Podrían obligar a Karsai a aceptar la posición de primer ministro para incrementar la credibilidad del Gobierno afgano, o repartir el poder entre los gobiernos de las distintas regiones, siempre y cuando éstos sean dignos de confianza. En todo caso se trata de un asunto urgente si es que se quiere prevenir un desastre. En la segunda ronda electoral no sólo se pone en juego el futuro de Afganistán, sino también la credibilidad de la OTAN y el destino de una de las regiones más complejas del planeta.”

Sin soluciones a la vista

En Varsovia, el Rzeczpospolita: “La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, y el primer ministro británico, Gordon Brown, aseguran que en principio todo sigue en orden y que aún puede salvarse el ‘proceso democratizador' de Afganistán. Darán un espaldarazo al presidente Karsai, pues no tienen alternativa. Nadie en Occidente tiene una idea mejor para solucionar el problema. Lo cual no es nuevo en Afganistán.”

Crece la incertidumbre

En Noruega, el Aftenposten: “La farsa electoral es un reflejo dramático de los problemas en el núcleo de la sociedad afgana. Bajo la presión de un fortalecido y violento movimiento talibán, el país no consigue establecer un sistema de Gobierno ni instituciones legítimas. La debilidad del Gobierno en torno de Hamid Karsai tiene efectos negativos mayúsculos para la presencia internacional en Afganistán.”

Editor: Pablo Kummetz