Una contienda electoral difícil y peculiar
19 de mayo de 2004No hay duda de que se trata de una contienda electoral difícil y peculiar. Una contienda electoral de diputados totalmente desconocidos por los ciudadanos europeos, lo mismo que sus labores. Hay algunos de ellos un poco menos desconocidos por su gran entusiasmo al dar entrevistas y buscar presencia en los medios de comunicación.
Otros gozan de fama inesperada, como por ejemplo el europarlamentario alemán, Martin Schulz, que logró fama imprevista al convertirse en víctima del presidente italiano Silvio Berlusconi, quien le insultó al nombrarlo "potencial intérprete de un papel de carcelero de un campo de concentración en una película nazi". Schulz encabeza ahora la lista de candidatos del Partido Social Demócrata alemán (SPD) para el Parlamento Europeo. No porque haya demostrado sus cualidades políticas en un inteligente intercambio verbal con el presidente italiano, sino simplemente por haberse gravado en la mente de alguno que otro elector por este episodio.
Son pocos los ciudadanos europeos que realmente saben que es lo que hacen los eurodiputados, además de dar entrevistas o tratar de defenderse de los insultos de un Berlusconi.
El mismo Parlamento Europeo prefiere omitir en esta fase pre-electoral el hecho de que es muy reducido el poder que tiene sobre la política de la Unión Europea (UE). Lo que se busca en este momento es atraer a las urnas al mayor número posible de electores. Con el fin de lograr su cometido enfoca la contienda electoral en temas que suenan muy europeos, aún cuando la influencia que tiene sobre su desenlace es mínima.
El posible ingreso de Turquía a la UE
Los partidos alemanes Unión Cristiano Demócrata (CDU) y Unión Social Cristiana (CSU) indican en su programa para las elecciones europeas que están en contra del ingreso de Turquía a la Unión Europea. Sin embargo omiten por completo que en su fracción en el Parlamento Europeo se enfrentan a una mayoría que favorece el ingreso de Turquía en la UE. Si no sucede ningún milagro, los opositores al ingreso de Turquía en la UE seguirán siendo minoría. Además es la Comisión la que conjuntamente con el Consejo y los jefes de Estado y de Gobierno, decidirán si asumen negociaciones de ingreso con Ankara. Con otras palabras, la CDU y CSU sólo podría interponer un veto efectivo contra el ingreso de Turquía en la UE si logran conquistar el Gobierno alemán.
Referéndum popular sobre la Constitución
Los partidos de la Unión lo mismo que el Partido Liberal Demócrata (FDP) y el Partido del Socialismo Democrático (PDS) están a favor de un referéndum popular. La base del partido Los Verdes también lo demanda, pero su cúpula se opone. Ninguno de ellos quiere admitir abiertamente la realidad: sólo el Gobierno o en su caso el Parlamento Alemán, pueden decidir si se efectúa un referéndum en suelo alemán. El Parlamento Europeo no tiene ninguna influencia en este sentido.El tema que realmente ocupa todo el año a los eurodiputados y el único que rige preponderantemente la política de la UE es el del presupuesto. El Parlamento podría demandar que Bruselas recorte sus gastos. Sin embargo este tema de vital importancia es un tema secundario, si es que acaso se le menciona en los programas de la campaña electoral.
Lo mismo que en ocasiones anteriores, las campañas para las elecciones europeas se caracterizan por tematizar problemas de índole nacional. La queja en el sentido de que las elecciones europeas no son más que un barómetro del estado de los gobiernos nacionales, es justificada también en esta ocasión y todo indica que nada cambiará en el corto plazo.