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¿Sirvió de algo?

11 de agosto de 2011

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos arrastró a Occidente a una “guerra contra el terrorismo”. Eso hizo que se perdieran de vista los verdaderos problemas de Oriente Próximo y Medio.

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ADDS DATE OF CRASH - FILE - A US Marine tries to take cover, perched on a container, trying to shelter from the dust as a Chinook helicopter arrives to pick up supplies at Forward Operating Base Edi in the Helmand Province of southern Afghanistan, in this June 9, 2011 file photo. Afghan President Hamid Karzai says 31 U.S. special forces and seven Afghan soldiers were killed when a helicopter, similar to the one shown crashed in eastern Wardak province Saturday Aug. 6, 2011. (Foto:Anja Niedringhaus, File/AP/dapd)
Centrarse en Afganistán y Pakistán en lugar de en Irak hubiera sido "más sensato", opinan los expertos. ‎Imagen: dapd

El día, nueve después de los atentados del 11 de septiembre, en que Georg W. Bush le declaró la guerra al terrorismo, intentaba dar con ello respuestas. “Los estadounidenses se preguntan por qué nos odian”, dijo el entonces presidente de EE UU. “Odian”, continuó, “lo que tenemos: un Gobierno elegido democráticamente. Odian nuestra libertad: nuestra libertad de confesión, nuestra libertad de opinión, nuestra libertad de decidir reunirnos y contradecirnos mutuamente”.

Los asesores de Bush sobrevaloraron este elemento: el de los principios occidentales en el punto de mira de Al Qaeda, opina Guido Steinberg, experto de la alemana Fundación Ciencia y Política. El mensaje de los ataques iba mucho más allá, decía “retiraros de Arabia Saudí, de Egipto y de los demás Estados árabes. Si no lo hacéis, os atacaremos en todo el mundo, pero también en vuestro propio país”, explica.

Las estrategias de Al Qaeda

Nur für Projekt 9/11: Michael Chandler und Guido Steinberg
Los expertos Michael Chandler (izq.) y Guido Steinberg.

A mediados de los años 90, cuenta Steinberg, Al Qaeda cambió de estrategia. Hasta ese momento, la organización había combatido sobre el terreno a aquellos regímenes autoritarios de la región apoyados por Washington. Pero entonces optó por ir en contra del llamado “enemigo en la lejanía”, y tratar a través de Estados Unidos de desestabilizar a los gobiernos locales. Para eso se hacía necesario extender la actividad terrorista a suelo norteamericano.

En realidad, los asesores de la Administración Bush habían detectado correctamente el proceder de los yihadistas y sabían que el núcleo del problema estaba en Oriente Próximo, prosigue el alemán. Sin embargo, los efectos del 11-S acabaron distorsionando la percepción del fenómeno. Al Qaeda nunca fueron más que unos cuantos miles de miembros. El hecho de que lograra atacar el centro económico y financiero del mundo se debió principalmente a la debilidad del adversario, asegura Steinberg.

Una nueva transformación vivió la agrupación a partir de 2001, cuenta el experto en terrorismo Michael Chandler: “todo indica a que, cuando se produjo el 11-S, Al Qaeda estaba bien estructurada. Bin Laden y su círculo más cercano habían formado una ‘shura', una especie de gobierno. Después de la intervención en Afganistán y con la persecución de los talibanes y del propio Bin Laden, esa estructuración sufrió variaciones”. Al Qaeda se convirtió en una especie de producto ideológico de exportación. Operativamente independientes las unas de las otras fueron surgiendo células en diferentes lugares. Hay quien habla incluso de “franquicias”, comenta Chandler.

Madrid 11. März 2004 Anschlag auf Vorort-Züge 191 Tote, 2000 Verletzte ** FILE ** Spanish railway workers and police examine the debris of a destroyed train at Madrid's Atocha railway station in this March 12, 2004, file photo. After last month's failed terror attacks in London and Glasgow, the 7/7 London suicide bombings and another botched plot on the British capital's trains and buses in 2005, authorities zeroed in on suspected terror rings with lightning speed. The nation's vast web of surveillance cameras is credited with playing a crucial role. Now, to the alarm of some privacy advocates, Europe and the United States are starting to follow Britain's lead. (AP Photo/Anja Niedringhaus, File)
Una célula de Al Qaeda organizó y llevo a cabo el atentado que en marzo de 2004 le costó la vida a 191 personas en Madrid.Imagen: AP

Diez años perdidos

Las “franquicias de Al Qaeda”, esto es, las ramificaciones que de ella iban naciendo, practicaron nuevos atentados: en Madrid, en Yerba, en Londres, en Bali. Pero en lugar de concentrarse en las raíces regionales del problema del yihadismo y en impulsar la lucha contra la organización y los talibanes sobre suelo afgano y pakistaní, Estados Unidos prefirió centrarse en Irak, país que hasta el momento no estaba destacadamente implicado en el ámbito del terror internacional. Un fallo del Gobierno de Bush, considera Steinberg.

“Aunque la Administración Bush lo aseguró constantemente, la guerra en Irak no tenía nada que ver con el terrorismo”, dice el politólogo, “ese conflicto fue más bien una de las grandes catástrofes en diez años de lucha antiterrorista, porque llevó a muchos jóvenes árabes a marcharse a Irak para entrar en combate”. Jóvenes que nunca antes habían pertenecido a Al Qaeda o a grupos militantes. Renunciar a esa intervención y exigir reformas a los regímenes de la zona hubiera sido la opción más sensata, cree Steinberg. Pero, de este modo, para el desarrollo político de Oriente Próximo y Medio la última década se convirtió en tiempo perdido.

El papel de Al Qaeda hoy

FILE - In this Oct. 7, 2001 file photo, Osama bin Laden, left, and his top lieutenant Egyptian Ayman al-Zawahri, right, are seen at an undisclosed location in this television image broadcast. Al-Qaida has selected its longtime No. 2, Ayman al-Zawahri, to succeed Osama bin Laden following last month's U.S. commando raid that killed the terror leader, according to a statement posted Thursday, June 16, 2011 on a website affiliated with the network. (Foto:Al-Jazeera, File/AP/dapd)
La muerte de Bin Laden no fue tan significativa como los movimientos de protesta en el mundo árabe.Imagen: dapd

Diez años después de los atentados del 11 de septiembre, la mayor parte de los expertos coincide en señalar que aún no se puede dar a Al Qaeda por vencida. Agrupaciones locales siguen actuando de manera independiente. “Home grown terrorists" continúan a la búsqueda de objetivos en países occidentales, en los que han crecido.

La Al Qaeda original, sin embargo, ha quedado por dos motivos marginalizada, indica Steinberg. Por una parte, debido a la muerte de Bin Laden; por la otra, a causa de las revoluciones en el mundo árabe. Los acontecimientos en Egipto o Argelia demuestran que la organización ha perdido influencia en la región: en ellos no ha jugado papel alguno. Eso refleja, dice Steinberg, “lo lejos que está Al Qaeda con su ideología de la realidad de estos ciudadanos”. Más que el asesinato del líder Bin Laden, los movimientos de protesta “son la verdadera cisura del año 2011”, asegura.

Y con todo, en una cuestión parece reinar la unanimidad: tampoco ahora los atentados se pueden descartar al cien por cien. A este respecto es posible y se hace necesario proceder contra el terrorismo con medidas concretas y ajustadas. Sólo así podrá evitarse otro 11 de septiembre.

Autora: Birgit Görtz/ Luna Bolívar

Editor: Pablo Kummetz