Polémica unión bancaria en la UE
15 de septiembre de 2012
En su último encuentro en Bruselas, en junio de este año, los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la UE, después de una larga y turbulenta sesión nocturna, acordaron crear una unión bancaria. El primer paso debía ser una entidad de control bancario, a entrar en vigor en enero de 2013.
El acuerdo no tiene más que cuatro frases. Sin embargo, sus detalles logran abrumar a los ministros del eurogrupo, reunidos este fin de semana en Nicosia.
Romper la espiral
En Irlanda y España, los bancos que poseen créditos nocivos provocan que sus Estados se endeuden enormemente para salvarlos. Si se permitiera su bancarrota, el sistema financiero entero se resquebrajaría. “Una de las debilidades de la euro zona es esta espiral de salvataje de bancos y endeudamiento estatal”, opina Guntram Wolff, del think tank europeo Bruegel. “La idea de una unión bancaria significaría romper esa dependencia. Hay que impedir que las deudas de los bancos se vuelvan estatales, pues al final es el Estado el que puede llegar a la bancarrota”, agrega.
El control común, sólo un primer paso
La Comisión Europea convirtió la decisión de los jefes de Estado y de Gobierno en una propuesta concreta. Según ésta, la unión bancaria deberá componerse de una supervisión común, de gerencia de riesgos y crisis, de un fondo común de depósitos y de un fondo destinado a los bancos. Los riesgos del rescate de bancos deben ser distribuidos a nivel europeo. Al final, la seguridad de los ahorros sería estandarizada y organizada a nivel europeo. En caso extremo, el ahorrista alemán podría estar garantizando a los bancos griegos, y los ahorristas griegos, a los bancos alemanes.
Alemania advierte de expectativas demasiado altas
Hasta ahí la teoría. En Nicosia, la idea de la garantía común no alegró demasiado al ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble. En las discusiones, Schäuble pisó el freno advirtiendo de crear expectativas que luego no van a ser poder ser cumplidas. Ya la sola unión bancaria y el control sobre 6.000 entidades de los 17 Estados de la eurozona es una tarea considerable. En su opinión, la fecha clave de enero de 2012 es una ilusión. “No nos sirve poner fechas que quizsá no van a ser respetadas”, afirma el ministro.
En Chipre, el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, lo ha aceptado también y quiere ir paso a paso. “Aunque sea difícil, creo que es realista decir que empezaremos con el control bancario a comienzos del 2013. Por supuesto que no controlaremos a los 6000 de un solo golpe; comenzaremos con los problemáticos, luego con los de relevancia sistémica. De esse modo, en 2014 habremos logrado tener a todos bajo control”, afirma Barnier. Según Schäuble, sin embargo, sólo una parte de los bancos podrá ser supervisada centralmente. La mayor parte de las cajas de ahorro y bancos de cooperativas tendrán que seguir supeditadas al control nacional.
¿Dónde estará la supervisión?
Todavía no está claro en dónde va a estar albergada la entidad de control bancario. La mayoría de los ministros favorece la idea de que sea el Banco Central Europeo (BCE), en Fráncfort del Meno, quien asuma la tarea.
Según Jörg Asmussen, representante alemán en el presidio, el BCE estaría dispuesto. Sin embargo, muchos detalles quedan por aclarar. Entre ellos la construcción de una “muralla china” que divida estrictamente las tareas actuales de las futuras de supervisión. Entre ambas tareas podría llegar a haber conflictos de intereses.
Además, ¿quién formará parte del gremio directivo de la entidad de control? ¿Representantes de cada país del euro o un equipo flexible? Esto último lo propone un estudio realizado por el think tank Bruegel. Además, ¿quién se encarga de controlar a los controladores? El Parlamento Europeo se pronunció esta semana a favor de mecanismos democráticos y anunció que la legislación de esta entidad tendrá que pasar por sus manos. En caso de que todo esto suceda de verdad, el plazo del 1º de enero de 2013 es, efectivamente, ilusorio.
“Problemas fundamentales” y mucho trabajo
Son sobre todo los Estados que tienen problemas con sus bancos los que abogan por una rápida estructuración de la entidad supervisora. Y es que sólo cuando ésta entre en funciones será posible acudir al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para salvar bancos. También esto fue decidido en el Consejo de junio. La discusión, ahora, es si los bancos deben ser saneados antes de someterlos al control europeo. O, en su defecto, ¿deben someterse todavía en mal estado al control para luego ser saneados con fondos de todos los países de la eurozona?
Además, la unión bancaria europea no sólo tiene que ser aceptada por los 17 países de la unión monetaria, sino -por unanimidad- por los 27 Estados que conforman la UE. En esta estructura, el ministro sueco de Finanzas, Anders Borg, ve “problemas fundamentales”. ¿Por qué el BCE, guardián del euro, tiene que asumir el control de los bancos que trabajan con corona sueca? También Gran Bretaña y Polonia tienen sus dudas al respecto.
Por todo esto, el resumen del ministro alemán de Finanzas, Schäuble, después de la reunión en Nicosia, es más bien parco: “Tenemos un montón de trabajo por hacer. Con todo, está claro que el objetivo es encontrar una solución común”.
Autor: Bernd Riegert (mb)
Editora: Cristina Papaleo