Biónica, la naturaleza como modelo

Sebastian Möller quiere hacer carrera con las aletas de los tiburones. Este estudiante de 24 años trabaja en el sótano de la Universidad de Bremen en el laboratorio. Las paredes son de azulejos, y el suelo con baldosas, ya que aquí se trabaja con el agua. Una tubería de dos metros de largo de acero y cristal recorre la habitación, el canal del agua. Una bomba de agua impulsa dicho líquido en un circuito permanente en este canal.

Aletas de tiburón de silicona en el canal de agua

Sebastian Möller se sube a un taburete y cuelga en la parte transparente de la tubería una aleta de color rosa en la corriente. No es un modelo de silicona de verdad, sino uno hecho por él mismo de forma muy simple. Para su experimento no necesita más, ya que el modelo se comporta como una verdadera aleta caudal o trasera de un tiburón.

Esta aleta es parte de su tesis del bachelor. Möller quería saber por qué de la parte superior de la aleta cuelga un trozo de piel o lóbulo: “Esta pregunta no la pueden contestar ni los expertos.” Por eso, Möller busca respuestas. Con la tesis del bachelor finaliza su carrera de biónica en la universidad de Bremen, la única carrera en biónica en Alemania hasta ahora.

¿Qué relevancia tiene el lóbulo en la aleta?

En biónica se trata de descifrar, en el caso de la aleta de tiburón de Möller, la naturaleza y sus fenómenos para utilizarlo en el desarrollo de productos técnicos. Por ello, el experto en biónica tiene primero que investigar la biología básica, aclara la coordinadora y catedrática de dicha carrera Antona Kesel. “Se trata de observar por qué un animal tiene cierta apariencia o una planta funciona de una determinada manera.”

Biología más técnica: biónica

Desde 2003, se puede cursar la carrera internacional biónica (ISB) en la Universidad de Bremen. El estudio está orientado a la práctica, organizado de forma interdisciplinaria, dura siete semestres y aúna los conocimientos de la biología y la ingeniería. Möller tuvo que estudiar además de biología, física, química, informática y matemáticas en los primeros semestres también ciencia de los materiales.

Desde los años 70 hay ofertas universitarias sobre biónica en las universidades alemanas, pero por lo general como asignatura para estudiantes que deseen profundizar en la materia, como parte de una serie de ponencias o en la universidad preparatoria para estudiantes extrajeros. La oferta de Bremen es “única en Alemania”, dice el Dr. Rainer Erb, gerente de BIOKON, una red biónica para investigadores y empresas.

La carrera de Bremen es un modelo a seguir

Esta oferta universitaria “tiene tanto éxito”, según Rainer Erb y biónica es una carrera “tan solicitada” que otras universidades quieren también impartirla. La Universidad de Rhein-Waal ofrecerá en breve el máster en biónica. Y en la Universidad de Geselkirchen también se podrá estudiar bachelor en biónica.

Biónica: “dos idiomas”

“El investigador biónico es capaz de comunicarse con los especialistas de biología y los colegas de ingeniería”, dice Kesel. Y porque procede de dos mundos y de dos lenguajes, puede encontrar trabajo en diversos ámbitos donde se investigan y se desarrollan nuevas técnicas: en la industria aeronáutica, naviera, robótica o también energética.

¿Qué conclusiones para el futuro se deducen de la labor con la aleta de silicona? Tras muchas horas en el laboratorio, Möller descubrió que el lóbulo ayuda al tiburón a mantener su altura constante en el agua, incluso cuando utiliza su aleta caudal para ser más rápido.

¿Son los tiburones modelos para los submarinos?

Möller cree que sus resultados podrían ser interesantes para los departamentos de desarrollo de la industria. Por ejemplo en la construcción de sistemas de propulsión para barcos y submarinos. Pero por ahora, Möller espera poder cursar un máster en la Universidad de Bremen, donde seguirá investigando cómo los animales avanzan bajo el agua.

Autores: Heike Zeigler/Svenja Üling/Rosa Macías
Editor: Enrique López