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Venezuela: al "PAN", "PAN" y al vino, vino

José Ospina-Valencia
27 de julio de 2017

En un Estado de derecho todos, incluido el Gobierno, están sometidos a las leyes, por igual, respetando la no arbitrariedad. ¿Es Venezuela una dictadura, o aún una democracia? DW intentó una definición con Detlef Nolte.

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Imagen: Reuters/A. Martinez Casares

DW: ¿Cuándo se puede decir que una democracia ha degenerado en una dictadura?

Detlef Nolte: Es decisivo definir si la división de poderes y el Estado de derecho están garantizados.

¿Cuál es el caso de Venezuela?

La situación en Venezuela es muy clara: debido a la pérdida de independencia del poder judicial  no se puede hablar de división de poderes. A esto se agrega la neutralización del Parlamento (Asamblea Nacional). Por otra parte, hay violaciones de los derechos humanos, que han aumentado en los últimos meses de protestas.

Aún así, algunos se rehúsan a aceptar que Venezuela ya no es una democracia…

Una democracia, a pesar de todos sus defectos, es una democracia mientras el gobierno pueda ser cambiado por elecciones libres. Justo a esto es a lo que se ha negado Nicolás Maduro. El pueblo es el que, por mayoría de voto, debe decidir si se convoca a una Constituyente, un paso que Maduro también ha obviado.

Justo este 30 de julio tienen lugar elecciones para la Asamblea Constituyente. ¿Otro acto ilegal?

Estas elecciones no cumplen los requisitos democráticos: una tercera parte de los constituyentes no será elegido sino nombrado por el partido de Gobierno. En las comunas la oposición está en desventaja, a pesar de tener mayoría. Venezuela ya no es una democracia.

Ya no es una democracia, pero ¿es ya una dictadura?

Venezuela tiene fuertes rasgos dictatoriales, pero la oposición aún puede expresarse, aunque en Venezuela hay opositores y disidentes en las cárceles. En el mismo chavismo hay disidencia, como la fiscal general. Venezuela está muy cerca de una dictadura.

La difícil definición del Gobierno de Venezuela sigue en el limbo. ¿Se trata acaso una democracia "autoritarista”?

Para poder llevar el nombre de democracia se necesita que haya elecciones libres y lo que tiene lugar este 30 de julio en Venezuela es un simulacro de elecciones. Existe el gran riesgo de que el Gobierno reforme la Constitución de tal forma que nunca más pueda perder elecciones. Ya varios políticos opositores están siendo inhabilitados para presentar futuras candidaturas.

No hay pocos que afirman que Venezuela es una democracia porque Hugo Chávez llegó al poder, gracias al voto. ¿Chávez el "bueno”, Maduro el "malo”?

Chávez siempre pidió el aval de su cargo a través de las urnas. Chávez utilizó plebiscitos para ser ratificado en su cargo, a lo que Maduro se niega.

Si la Constitución de Chávez es tan "progresista”, ¿por qué Maduro la quiere eliminar?

Detlef Nolte, politólogo de la Universidad de Mannheim y Director del Instituto de Investigaciones sobre América Latina del GIGA, Hamburgo.
Detlef Nolte, politólogo de la Universidad de Mannheim y Director del Instituto de Investigaciones sobre América Latina del GIGA, Hamburgo. Imagen: GIGA

Chávez actuaría más inteligentemente. Él era un militar y como estratega sabía cuándo atacar tácticamente y cuando emprender la retirada. Creo que con Chávez se hubiera podido llegar a una solución con la oposición.  Chávez nunca hubiera cambiado las reglas de juego, como lo ha hecho Maduro.

Chávez gobernó en medio del auge petrolero, Maduro en medio del derrumbe económico, provocado, entre otras cosas, por la destrucción de la producción nacional iniciada por Chávez. ¿En qué quedamos?

No quiero canonizar a Chávez. Con él iniciaron las nacionalizaciones de empresas; la economía no se diversificó, y siguió siendo dependiente del petróleo. Bajo Chávez empezó la corrupción: hoy sabemos que Odebrecht también pagó millonarios sobornos a funcionarios y políticos venezolanos. Solo que Maduro carece de legitimación.

No hay garantía de división de poderes, pero sí cooptación de la Justicia, miles de detenciones arbitrarias y neutralización de la Asamblea Nacional, surgida de elecciones libres. ¿Por qué aún hay tanta condescendencia con el régimen venezolano, a pesar de la grave crisis humanitaria?

Tiene razón. La izquierda sufre de cierta crispación cuando se le toca el tema, pero ya son cada vez más, tanto en Europa como en América Latina, los que hablan abiertamente de una dictadura en Venezuela, o un sistema autoritario, que viene siendo lo mismo.

José Ospina-Valencia (er)

*Detlef Nolte es politólogo de la Universidad de Mannheim, perteneció al Consejo Europeo de Investigaciones Sociales de América Latina y es actualmente Director del Instituto para Investigaciones sobre América Latina del GIGA, con sede en Hamburgo. 

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