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PolíticaVenezuela

Venezuela califica de "piratería" confiscación de avión

2 de septiembre de 2024

El Gobierno de Venezuela anunció que se reservará el derecho de tomar acciones legales para "reparar" el daño causado por la confiscación del avión oficial del presidente Nicolás Maduro.

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El jet de tres motores, fotografiado en en Aeropuerto de Vancouver.
Un Dassault Falcon 900EX, similar al confiscado a Nicolás Maduro por Estados Unidos.Imagen: Bayne Stanley/ZUMA Wire/picture alliance

Venezuela tachó este lunes (02.09.2024) de "piratería" la confiscación por parte de autoridades estadounidenses de un avión utilizado por el presidente, Nicolás Maduro, según un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores.

"Venezuela denuncia ante la comunidad internacional que una vez más, las autoridades de los Estados Unidos de América, en una práctica criminal reincidente que no puede ser calificada de otra cosa que no sea piratería, ha confiscado ilegalmente una aeronave que ha venido siendo utilizada por el presidente de la República", señaló el texto. "Esta acción revela que ningún Estado y ningún gobierno constitucional está a salvo de las acciones ilegales que desconocen el derecho internacional".

Venezuela "se reserva el derecho de emprender cualquier acción legal para reparar este daño a la nación, así como todos los otros daños causados por la política criminal" de Estados Unidos, añade el gobierno de Maduro en el comunicado.

El avión oficial del presidente Nicolás Maduro fue confiscado hoy en República Dominicana por orden de las autoridades de Estados Unidos, en el marco de las sanciones aplicadas a Caracas. Según Washington, la aeronave, que fue transferida a Florida por haber sido "comprada ilegalmente" por 13 millones de dólares, es un Dassault Falcon 900EX propiedad de Maduro y de personas afiliadas a él en Venezuela, que era operada en su nombre.

lgc (afp, efe)

Interior de un Dassault Falcon 10X  durante una feria de aviación en Nevada.
Interior de un Dassault Falcon, modelo similar al confiscado por Estados Unidos.Imagen: STEVE MARCUS/REUTERS