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El dilema de las viñetas de Mahoma

Enrique López Magallón9 de enero de 2015

Los jefes editoriales y las emisoras han pasado los últimos dos días afrontando el dilema sobre si mostrar las viñetas de Charlie Hebdo o no hacerlo. DW analiza la reacción de los medios alemanes y su marco legal.

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Imagen: picture-alliance/dpa

La semana pasada, sólo unos pocos medios de prensa se hubieran atrevido a publicar caricatureas como las de la portada de la revista satírica francesa Charlie Hebdo. Esto es, después de todo, lo que la hacía única. El jueves, el humilde tabloide berlinés B.Z. atrajo la atención internacional y elogios de todo el mundo en los medios sociales cubriendo su portada con la de Charlie Hebdo, mientras los usuarios de Twitter pedían que los principales medios de comunicación siguieran su ejemplo.

En las reuniones editoriales de toda la prensa se encontraron con el mismo dilema ético: publicar las fotos por solidaridad con los colegas asesinados en París, o no hacerlo para no ofender y, sobre todo, no poner en un posible riesgo a sus empleados. La agencia de noticias más grande del mundo, Associated Press, por ejemplo, decidió no cambiar su "tradicional política" de "no incluir imágenes deliberadamente provocativas en sus teletipos". The New York Times también dijo que "después de una cuidadosa consideración", había decidido que "la descripción de las viñetas" sería suficiente.

La BBC sigue la política de no representar al profeta Mahoma en cualquier forma, una norma que fue criticada duramente esta semana en el programa de debate "Question Time". No ha habido ninguna declaración oficial sobre el asunto, pero muchos han advertido que el viernes, la página de la política editorial de la BBC sobre el tema estaba, de repente, caída.

Senegalese betrachtet Titelseiten zum Anschlag auf Charlie Hebdo
Los diferentes medios han encontrado soluciones distintas a la cuestión.Imagen: AFP/Getty Images/S. Diallo

En el sitio web de la cadena estadounidense CNN, por su parte, el presidente mundial Jeff Zucker, resumió la cuestión: "Periodísticamente, sentimos que queremos y debemos usar" las caricaturas. Pero "como gerentes, proteger y cuidar de la seguridad de nuestros empleados en todo el mundo es en este momento más importante".

Enfrentando con coraje tales cuestiones, algunos medios tomaron la decisión contraria y publicaron imágenes en la línea de Charlie Hebdo. Deutsche Welle, por su parte, flexibilizó su política de no publicar caricaturas de Mahoma, ya que tales imágenes "eran necesarias informativamente".

La ética periodística

El Consejo de la Prensa Alemana -que publica el Código de la Prensa Alemana y revisa las quejas contra los medios informativos del país- tiene una opinión clara al respecto. "Por lo que he visto, [las caricaturas] son absolutamente aceptables en cuanto a la ética periodística se refiere", declaró su portavoz, Oliver Schlappat, a DW. "No hemos tenido hasta ahora queja alguna, por lo que no hemos tenido que entrar a analizar ningún caso concreto".

"Por supuesto, puede darse la difamación de una religión, y, en ese caso, estaríamos ante una violación de nuestro Código", puntualizó. "Pero con la sátira, en la que hay un punto de vista político o social detrás de cada caricatura, nuestra posición es que es aceptable siempre y cuando nadie sea difamado y no se ridiculice a una religión. Yo, personalmente, no veo nada de eso en estas caricaturas".

Schlappat también tuvo elogios por la forma en que B.Z. ha manejado el dilema. "B.Z. abordó el tema, por supuesto, de forma muy agresiva; pero personalmente creo que también lo hicieron de forma muy habilidosa", dijo. "Ellos no tomaron una portada crítica con el Islam en particular, sino que mostraron, a través de imágenes, que Charlie Hebdo hacía sátira de una amplia gama de temas, ofreciendo al lector una completa visión de cómo era de crítica la revista".

'Libertad para' frente a la 'libertad de'

La situación legal en Alemania, de todas formas, es compleja. Las leyes que protegen la libertad de expresión están en una constante tensión contra las leyes que prohíben la difamación y otorgan el derecho a defenderse contra ella. "No se puede decir que cualquier caricatura particular de Mahoma esté prohibida, la ley alemana no dice eso", afirma Steffen Bunnenberg, socio de la firma berlinesa de abogados especializada en medios de comunicación Bunnenberg and Bertram.

"Cada caso individual es diferente. Cada tribunal debe mirar cuidadosamente la caricatura –cómo está hecha y por qué– y preguntarse si hay algún interés público en su publicación o si expresa argumentos intelectuales sobre temas que conciernen al público". Hay una cantidad necesaria de subjetividad cuando se trata de la interpretación de las leyes. "Hay tribunales que se ponen más de parte de las víctimas, más propensos a prohibir caricaturas, y otros más reacios a restringir la libertad de expresión ", afirma.

Bildergalerie Cover des Satiremagazins Charlie Hebdo
Para muchos musulmanes, la mera representación gráfica del profeta es ofensiva.

Pero la sátira está por lo general protegida por el derecho alemán, y los tribunales alemanes que se han ocupado de estos casos se han decantado mayoritariamente por proteger la libertad de expresión. Casos en los que las caricaturas han sido mostradas en manifestaciones anti-islamistas de extrema derecha no han dado lugar a enjuiciamiento alguno.

"Es incluso aceptable el uso de términos duros, incluso despectivos, para expresar algo usando formulaciones impactantes", explica a DW Bunnenberg. "Todos estos recursos son utilizados frecuentemente: incluso aunque el demandante sienta que ha sido ofendido, no es razón suficiente para no permitir la publicación".

En teoría, alguien ahora podría demandar a B.Z. o a cualquier otro periódico alemán por difamación religiosa, pero no parece probable que tuviera éxito. Sobre todo, porque para la publicación de la información sobre los asesinatos en la revista Charlie Hebdo, las propias caricaturas resultan de interés general, una parte relevante de la noticia.

"Tal vez algún tribunal podría decidir a favor [de la prohibición de la publicación de las caricaturas de Charlie Hebdo], pero creo que la probabilidad es mínima", opina Bunnenberg. "Todos los dibujos asociados con el ataque tienen una relevancia por su relación con la noticia, aunque también podrían interpretarse como caricaturas que sólo sirven para difamar. Yo no quiero descartarlo, pero creo que sería muy poco probable que se prohibieran las caricaturas publicadas hasta ahora".

Y, concluye Bunnenberg, la prensa encuentra su fuerza en los números: "Cuanto más medios lo hagan, más fuertes serán… la solidaridad es muy importante".