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Vientos de cambio en la producción mundial de electricidad

17 de mayo de 2011

Cerca de la mitad de todas las nuevas centrales energéticas en el mundo producen electricidad a partir de energías renovables, y la más barata de ellas es la energía eólica.

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Energía eólica: limpia, barata e inagotable.
Energía eólica: limpia, barata e inagotable.Imagen: Fotolia/Alexandre


En todo el mundo se instalaron el año pasado centrales eólicas, que utilizan el viento como energía básica para producir energía eléctrica, con un rendimiento total de cerca de 38.000 megavatios, según informa la Asociación Mundial de Energía Eólica (WWEA por sus siglas en inglés). De acuerdo con esos datos, la producción mundial de energía eólica llegó a fines de 2010 a casi 200.000 megavatios, lo cual corresponde al rendimiento de cerca de 200 centrales atómicas y a un porcentaje de la producción de electricidad en todo el mundo de un 2,5 por ciento.

El mayor boom de la energía eólica se está produciendo sobre todo en China. Más de la mitad de los aerogeneradores nuevos en el mundo se instalaron en ese país, con lo cual China resulta ser el mayor productor de electricidad eólica del mundo. Con un rendimiento de 45.000 megavatios, China desplazó del primer lugar a EE. UU. Europa, por su parte, va a la delantera como continente con un rendimiento de 86.000 megavatios proveniente de aerogeneradores, y más de la mitad de la energía eólica se produce en Alemania y España. Por el momento, África y América Latina aún no sacan suficiente provecho del auge del viento como productor de electricidad.

Infografik Windenergie in der Welt Spanisch

El viento se convierte en el recurso energético líder

En Europa, ela energía eólica aporta ya un importante porcentaje de la electricidad. Según la WWEA, en Dinamarca ya se cubre la demanda de electricidad en un 21 por ciento a través de la energía eólica. En Portugal y en España, en un 18 y en un 16 por ciento. En Alemania, el porcentaje es de un nueve por ciento y, según pronósticos, será de un 20 a un 25 por ciento dentro de 10 años, es decir, en 2021.

La energía eólica no sólo es rentable, sino también de bajo impacto ambiental. Pero, sobre todo, es la forma más barata de producir electricidad en tierra, ya que cuesta actualmente entre 5 y 9 centavos de euro por kilovatio-hora (kWh). En comparación, la electricidad producida en centrales nucleares cuesta, sin tener en cuenta los riesgos y costos por daños y depósito final, más de 20 centavos de euro por kWh.

Fuerza eólica, desaprovechada en América Latina.
Fuerza eólica, desaprovechada en América Latina.Imagen: picture alliance / dpa

Y los costos para producir energía eólica siguen bajando, ya que la tecnología es cada vez más eficiente y los aerogeneradores son cada vez más baratos debido a la producción en masa y a la competencia. Se calcula que dentro de 20 años la electricidad producida por el viento costará casi sólo la mitad de lo que cuesta hoy. Esto es una buena perspectiva para los más de 1.600 millones de personas que viven sin conexión eléctrica en el mundo.

Los parques eólicos off shore no son, como se cree, tan eficientes, y su participación en el mercado mundial de energía eólica es sólo del 3 por ciento. El precio de la energía eólica generada en aerogeneradores en el mar dobla al obtenido en tierra.

China, líder mundial en energía eólica

China es un gran consumidor de energía, y muchas regiones de ese país incluso no cuentan todavía con abastecimiento eléctrico. La energía eólica es un recurso limpio y su precio es bajo, y, además, crea nuevos puestos de trabajo, razones por las cuales se produce un auge eólico en Asia. Y dentro de Asia, China lidera los volúmenes de generación con sus 45.000 megavatios de producción eléctrica basada en el viento a fines de 2010.

India también apuesta, por su parte, a la fuerza eólica, pero su crecimiento fue, en comparación con China, ‘sólo' del 11 por ciento en 2010. En Japón, las centrales atómicas sucumbieron ante la mayor catástrofe que afectó a ese país desde la II Guerra Mundial, mientras sólo un parque eólico sufrió daños. Argumento suficiente para que un país como Japón se interese por cambiar centrales atómicas por centrales eólicas, piensa Chuichi Arakawa, profesor de la Universidad de Tokio.

Lobbys y pobreza frenan desarrollo eólico en Latinoamérica

Más de la mitad de centrales eólicas del mundo se construyeron en China en 2010.
Más de la mitad de centrales eólicas del mundo se construyeron en China en 2010.Imagen: picture alliance / Wang bichun - Imaginechina

En años anteriores, la energía eólica también se desarrolló sólidamente en EE. UU. A fines de 2006 se producían sólo 13.000 megavatios, y, cuatro años más tarde, las centrales eólicas ya tenían un rendimiento 40.000 megavatios.

En Sudamérica, en cambio, se le da poca importancia a la energía eólica, a pesar de que el subcontinente cuenta con grandes posibilidades en cuanto a vientos. Hasta ahora, allí sólo se producen 2.000 megavatios eólicos en total. Las razones para el desperdicio de recursos son múltiples, estima Stefan Gsänger, director ejecutivo de la WWEA. Entre ellos está la falta de un marco político que favorezca el aprovechamiento de ese recurso, y, en muchos países, la financiación sigue siendo un gran problema. Además, los lobbyístas de las grandes empresas productoras de electricidad tratan de evitar el desarrollo de la industria eólica. Y en los países petroleros tampoco se ve con buenos ojos a la energía eólica.

África: ¿microcréditos para centrales eólicas?

Paradójicamente, sobre todo en los países más pobres de África parece no dársele ninguna importancia a la energía eólica. El gran problema es aquí la financiación. A menudo faltan redes eléctricas. En algunos países, un 90 por ciento de la población carece de abastecimiento eléctrico, razón demás para pensar en la construcción de pequeñas centrales locales que podrían financiarse a través de microcréditos.

En el marco de la Conferencia sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas, la WWEA se ocupa de crear instrumentos de financiación, como los microcréditos, para que familias y pueblos enteros puedan construir centrales eólicas a pequeña escala y abastecerse de electricidad, además de pagar los créditos. Un ejemplo de este modelo de desarrollo es el del Banco Grameen de Bangladesh.

Autor: Gero Rueter/ Cristina Papaleo

Editor: Pablo Kummetz