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Vientos más favorables para Mubarak

Markus Symank / JAG18 de octubre de 2013

El proceso contra el ex dictador egipcio entra en su fase decisiva. Pese a la presencia de importantes testigos, la ciudadanía se muestra desinteresada.

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Imagen: picture alliance/AA

El proceso contra el derrocado dictador egipcio Hosni Mubarak entra en la fase decisiva. Durante tres días, testigos del círculo de poder interno de su régimen prestarán declaración ante la Corte. Entre ellos, el antiguo jefe de la policía, Ahmed Gamal Eddin, y el ex director del servicio secreto, Murad Muwafi. La intervención de ambos confidentes de Mubarak podría ayudar a esclarecer los crímenes y determinar la responsabilidad por la muerte de cientos de personas durante el levantamiento del pueblo egipcio en 2011, después de que la primera sentencia contra Mubarak fuese recurrida y declarada nula.

Pero, a pesar de testigos relevantes, el proceso no termina de captar atención entre el pueblo. Mustafa Naggar, abogado de El Cairo, aclara: “Después de todo lo que han hecho los Hermanos Musulmanes, no seguimos tanto el proceso. No cambiará mucho la cosa si es condenado o no. En mi opinión, la mayoría de los egipcios piensan así. Ya no nos preocupamos por ese tema”.

Proceso contra los Hermanos Musulmanes

Este poco interés mostrado se contrapone a las reacciones que despertó el primer proceso contra Mubarak. El 3 de agosto de 2011 millones de egipcios vieron por televisión por primera vez en la historia moderna del mundo árabe como su anterior jefe de Estado comparecía en el juzgado. Pero desde entonces han cambiado muchas cosas. El país vivió una segunda ola de protestas y con el sucesor de Mubarak, Mohamed Mursi, por segunda vez un jefe de Estado tendrá que rendir cuentas ante los tribunales.

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¿Quién es ahora el enemigo?Imagen: picture-alliance/AP

También los líderes de los Hermanos Musulmanes, organización de la que procede Mursi, tendrán que declarar pronto ante el tribunal. Así lo piensa el estudiante Ali, que en el verano participó como millones de egipcios en las manifestaciones: “La gente se concentra en el proceso contra los Hermanos Musulmanes porque son los últimos que han gobernado. Durante ese periodo hubo muchos problemas y se quiere saber quién es el responsable. Son los Hermanos Musulmanes, como decía el ejército, o son ellos los oprimidos. Eso todavía está por ver”.

Fuera de cámara

En estos momentos, el sentimiento anti-islamista propagado por los medios egipcios supone una gran ventaja para Mubarak. Primero, porque la defensa trata de modificar los sucesos acaecidos en la revolución de 2011, presentando como responsables a los Hermanos Musulmanes en vez de a las fuerzas de seguridad. Pero, por otra parte, porque debido a la pérdida de confianza en los Hermanos Musulmanes, cada vez parece menos probable que los resultados de una investigación de la revolución encargada por Mursi lleguen al juzgado.

Hasta ahora solo se conocen algunos extractos del informe, donde muchos testimonios acusan a ejército y policía de crímenes contra los derechos humanos. Sin embargo, los observadores del proceso se muestran decepcionados por la falta de transparencia. A pesar de que el juez Mahmud al –Raschidi prometió transmitir las sesiones por televisión, al final se prohibió la entrada a los medios, decisión argumentada en base a la seguridad nacional

Nuevo hombre fuerte del Nilo

Incluso el propio Mubarak apareció con buen humor en los días previos al proceso, sonriendo a sus seguidores al entrar en el juzgado. Su salida de la prisión a un hospital militar por razones de salud no provocó ninguna protesta y algunos lo echan de menos debido a los turbulentos meses tras el término de su era. Incluso en Internet hay una campaña para que se vuelva a presentar a las elecciones.

Frente a esta nostalgia pro-Mubarak, parece que cobra más fuerza la euforia que despierta Abdel Fattah al-Sisi, el nuevo hombre fuerte del Nilo, que en este momento ganaría las elecciones. También Mubarak parece admirarle. En una grabación que llegó a manos del periódico egipcio Youm 7, Mubarak discute con sus amigos sobre la situación de Egipto. “Necesitamos alguien con juicio, alguien del ejército”, dice uno de los participantes en la conversación. “Tiene que ser alguien del ejército que sea fuerte y tenga objetivos claros. Hay gente muy buena en el ejército”, continúa Mubarak en la grabación. Una declaración que se diferencia muy poco de las que hace el nuevo gobierno de Egipto.