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Israel Bayreuth Wagner

26 de julio de 2011

¿Puede una orquesta israelí tocar música de Wagner? La cuestión no es nueva, pero cobra actualidad en estos momentos con la actuación de la Orquesta de Cámara de Israel en la centésima edición del Festival de Bayreuth.

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Jonathan Livny, fundador de la Sociedad Wagner de Jerusalén
Jonathan Livny, fundador de la Sociedad Wagner de JerusalénImagen: picture-alliance/dpa

Wagner no solo fue compositor. Sus teorías prefiguran la ideología nacionalista que condujo al Holocausto. Sebastian Engelbrecht habló con partidarios y detractores de esta actuación, así como con Noah Klieger, superviviente del Holocausto.

El detractor

“Bajo ningún concepto quiero que suene aquí la música de Wagner. Es el padre de la ideología racista, que después Hitler y los alemanes llevaron a cabo. La teoría procede de Wagner, no de Hitler”. Noah Klieger tiene 84 años y sobrevivió a Auschwitz. Sufrió en primera persona las consecuencias de la ideología racista. Por ello lucha desde su posición como redactor en la revista israelí Jedioth Achronoth contra las interpretaciones de la música de Wagner en Israel. Se muestra igual de crítico con la actuación de la Orquesta de Cámara de Israel en Bayreuth. Su director, Roberto Paternostro, ha incluido en el programa el Idilio de Sigfrido de Wagner, un tabú. Klieger considera que este concierto supone una maniobra publicitaria de la codirectora del Festival, Katharina Wagner y de Paternostro. Klieger dice que “Paternostro se ofreció a tocar allí. Habló con Katharina y le dijo que estaba dispuesto a llevar una orquesta israelí a Bayreuth. Seguro que ella aceptó encantada, porque se trata de una operación de relaciones públicas magnífica”.

El defensor

La música de Wagner es tabú en las salas de concierto israelíes, pero hay voces que se oponen a este veto. El abogado israelí Jonathan Livny fundó en otoño en Jersusalén una Sociedad Wagner”.

“Mi padre fue parte de la cultura alemana. Llegó aquí como refugiado. Vengo a Bayreuth como judío desde Israel para oír música de Wagner. Hemos ganado nosotros. Ahora nadie nos a hacer daño.”

En un punto intermedio...

Entre el admirador y el detractor de Wagner, se posiciona un joven director israelí: Noam Zur. Opina que aquellos que no pueden soportar a Wagner, deben evitar acudir a conciertos en los que se programe su música. “Pero hay que permitir que se interprete”, dice Zur. “Puede hacerse en conciertos fuera de abono, para los que solo compran entradas quienes así lo desean”.

Noam Zur tiene 30 años y dirige en Alemania e Israel. También las obras de Wagner, por ejemplo las óperas Tannhäuser y El oro del Rhin en Essen. No puede entender la ira que ha suscitado la actuación de sus colegas de la Orquesta de Cámara de Israel: “Se dijo de antemano que no iban a ensayar la pieza de Wagner en Israel, que solo la tocarían cuando ya estuvieran de gira. Así que nunca sonó allí. Como si las ondas sonoras contaminaran el aire”.

Zur piensa que el antisemitismo de Wagner no es razón para vetar sus obras. También tenían tendencias antisemitas Beethoven, Chopin y Shakespeare y sus obras sí se permiten en Israel. Para Zur, solo hay un criterio en lo referente a la música: “Si se toca bien, estoy a favor; si se toca mal, estoy en contra”.

Autores: Sebastian Engelbrecht / María Santacecilia/ Tel Aviv (BR) NEU
Editora: Emilia Rojas