Walesa se reconcilia con Grass
22 de agosto de 2006Grande sigue siendo el revuelo en torno a la confesión del premio Nobel de Literatura Günter Grass, de haber pertenecido en su juventud a las tropas SS, un grupo de elite del nacionalsocialismo. También en Gdansk, ciudad natal del escritor alemán, continúa la polémica en torno a si merece o no el título de Hijo Ilustre. En una carta enviada al alcalde Pawel Adamovic, Grass lamenta dicha controversia y el haber puesto al edil y a los habitantes de Gdansk en situación de tener que tomar una decisión "que sin duda resultaría más fácil y más justa si mi libro ya estuviera traducido al polaco".
Pesares y alabanzas
En su mensaje, el autor alemán puntualiza: "En los años y décadas posteriores a la guerra, cuando conocí en toda su aterradora dimensión los crímenes de las tropas SS, por vergüenza callé ese breve pero ominoso episodio de mi juventud, pero sin olvidarlo. Sólo ahora, con la edad, encontré el modo de informar de ello en un contexto más amplio. Ese silencio puede ser considerado una falta y, como ocurre actualmente, ser condenado. Acepto que, debido a mi actitud, muchos ciudadanos de Gdansk pongan en duda mi título de Hijo Ilustre (...) Pero quisiera poder decir a mi favor que comprendí las duras lecciones que se me impartieron en mis años de juventud: mis libros dan cuenta de ello y mi actuación política".
Grass también aprovechó la ocasión para alabar a su ciudad natal por su lucha no violenta contra la dictadura, que repercutió en toda Europa y contribuyó así a abrir puertas a la democracia, contribuyendo así también al derrumbe del Muro de Berlín.
"Más vale tarde que nunca"
Sus palabras no dejaron desde luego de causar efecto en Lech Walesa, quien encabezó en su día la lucha del sindicato Solidaridad. Tras haber leído la carta, el ex presidente polaco aseguró que "a partir de este momento, no tengo ningún conflicto pendiente con el Sr. Grass". Añadió que, según había entendido, el hecho de que el escritor hubiera reconocido se pertenencia a las SS "no fue una propaganda para su libro, sino una confesión". A su juicio, el gesto merece más bien una alabanza por el valor de revelar por propia iniciativa esa parte de su pasado, ya que "más vale tarde que nunca".
En Gdansk, sin embargo, no se ha dicho aún la última palabra. Aunque el alcalde había anunciado su deseo de zanjar este martes el tema en forma definitiva, el consejo municipal discutirá el asunto el 31 de agosto. La presión, en todo caso, se va atenuando y, de acuerdo con una encuesta publicada el domingo, la mayoría de los habitantes de la ciudad (un 72%) se manifiesta en contra de que se retire el título honorífico a Günter Grass.