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Washington reconoce urgencia de un alto el fuego

Emilia Rojas Sasse24 de julio de 2006

La idea de una tropa multinacional para resguardar la frontera entre Israel y el Líbano va ganando adeptos, lo cual coloca principalmente a los países europeos en situación de asumir un riesgoso papel.

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Condoleezza Rice optó por visitar el Líbano, epicentro de la crisis, al inicio de su gira.Imagen: AP

La secretaria de Estado norteamericana, Condolleeza Rice, inició su gira por el Medio Oriente con una visita a Chipre y al Líbano, que no estaba anunciada y, por lo mismo, podría ser expresión del paulatino cambio que se percibe en la postura de la Casa Blanca ante el conflicto que estremece al Líbano y pone en peligro a toda la región.

Cambio de tono

Desde ya, Estados Unidos anunció el envío de amplia ayuda humanitaria para el Líbano, haciéndose eco de los vehementes llamados de las autoridades de la ONU, que no cesan de subrayar las dimensiones de la catástrofe. Desde el punto de vista político, sin embargo, lo más relevante fueron las declaraciones de Rice en cuanto a que su país considera "urgentemente necesario" un cese del fuego. No es que la secretaria de Estado llegara a exigirlo perentoriamente, incomodando a sus estrechos aliados de Israel, donde continuó su periplo diplomático. Pero habló de la importancia de "crear condiciones para que un alto el fuego pueda surtir efecto".

También el premier británico, Tony Blair, se ha sentido ya en condiciones de aludir a un pronto silenciamiento de las armas. "Estamos trabajando duro para elaborar un plan que permita un cese inmediato de las hostilidades", indicó el gobernante de Londres, tras sostener una entrevista con el primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, quien el martes es esperado en Washington con menos agrado del que cabía suponer cuando fue acordada su visita, debido a sus severas críticas contra la ofensiva israelí.

Tropa multinacional

Después de que Israel depusiera su actitud de tajante rechazo al emplazamiento de una fuerza multinacional en su frontera con el Líbano, también para Estados Unidos y su aliado británico la idea ya comienza a parecer viable. Según Blair, quien calificó lo que ocurre en el Líbano como una "catástrofe", para detener la nueva escalada de violencia en el Medio Oriente se necesitará "alguna forma de tropa internacional".

En Israel, en todo caso, ya se vislumbra con claridad el tipo de tropa que resultaría aceptable: una configurada básicamente por soldados europeos, con un mandato efectivo para mantener a raya a las milicias de Hezbolá y, en lo posible, desarmarlas. Eso último parece utópico ya que, mientras Hezbolá no acceda a deponer las armas, significaría librar una ardua batalla con las milicias chiítas, por así decirlo, en forma subsidiaria. Y no es probable que los europeos accedan a embarcarse en tal aventura militar. Por lo pronto, las miradas comienzan a volverse ya hacia Roma, donde habrán de discutirse estos asuntos en una cumbre. Los analistas atenúan las esperanzas de que allí se logre una solución definitiva, de partida porque no estarán presente dos involucrados tras bambalinas: Siria e Irán, principales soportes de Hezbolá. No obstante, quizá se logre allanar el camino a un alto el fuego, condición básica para que pueda prosperar la imprescindible búsqueda de una salida política a la crisis.