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"WikiLeaks ha muerto“

Sabina Cassagrande / Enrique López2 de marzo de 2013

La mayor filtración de material confidencial en la historia de EE.UU. comenzó con el soldado Bradley Manning y acabó en WikiLeaks. Pero los días de gloria de esta organización han pasado, dice a DW un especialista.

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Imagen: picture-alliance/dpa

DW: El jueves pasado, Bradley Manning se declaró culpable de 10 cargos relacionados con la filtración de documentos secretos a WikiLeaks. Dijo que quería despertar un “debate público” sobre la guerra. Sus intentos de utilizar como plataforma a “The Washington Post” y “The New York Times” fracasaron, de modo que fue así como dio con WikiLeaks. ¿Indica esto que la organización de Julian Assange tenía gran poder y por ello fue elegida por Manning?

David Leigh*: Una de las razones por las cuales Manning se dirigió a WikiLeaks fue que él estaba en contacto con un grupo de hackers de Boston. Manning quería distribuir el material, y el grupo era cercano a las operaciones de WikiLeaks, de modo que vieron con entuisiasmo esa posibilidad. Creo que Manning se vio influenciado por las personas de su entorno.

El material publicado por WikiLeaks causó enorme revuelo. ¿Qué nos dice esto acerca del poder de convocatoria de la organización?

Antes de que Julian Assange hiciera el trato con los periódicos, yo pensaba que WikiLeaks era interesante, e incluso fascinante. Pero no era un ente de gran relevancia mundial. Incluso después del video al cual llamaron “Homicidio colateral”, el cual editaron con gran destreza...

¿Se refiere al video en el que se muestra cómo un helicóptero ataca Bagdad, ocasión en la cual resultaron muertos dos periodistas de Reuters?

Sí. Aún después de su publicación, y del escándalo que causó, poniendo al ejército estadounidense en condiciones de histeria, yo no diría que cimbró al mundo. Lo que sí cimbró al mundo fue la publicación simultánea en “The New York Times”, “The Guardian” y “Der Spiegel”. El alcance de esa estrategia y la audacia de la misma fueron las que realmente catapultaron a Assange a un estatus parecido al de una estrella de rock.

Usted dice que Assange se convirtió en una celebridad. ¿Entonces el futuro de WikiLeaks depende de lo que suceda con él? Assange ha dado un par de entrevistas desde la embajada de Ecuador en Londres, donde se encuentra refugiado, pero actualmente no hay mucho movimiento en torno a WikiLeaks.

WikiLeaks ha muerto. La plataforma estaba formada por Assange y varias personas más. Pero es cosa del pasado por lo que hizo Assange, porque él está fuera de circulación, y porque WikiLeaks perdió relevancia después de las filtraciones de Bradley Manning. WikiLeaks no ha hecho nada despues de esas filtraciones. Fue un evento extraordinario, pero único, que no se debe a WikiLeaks sino a Bradley Manning, que fue quien realizó esta acción extraordinaria por la cual probablemente pasará el resto de su vida tras las rejas.

¿Pero no cree que otras personas podrían resucitar a WikiLeaks?

La idea general de la plataforma es brillante. Asume que hay un enorme y creciente contingente de bases de datos a raíz de la era de la información y la electrónica. Cuando esas bases de datos son formadas, de inmediato se convierten en susceptibles de ser copiadas o filtradas con solo oprimir un botón. Y seguro serán filtradas. Así que toda la estrategia en realidad es estructural, en un mundo lleno de bases de datos que pueden ser filtradas rápidamente a diferentes personas en distintas localidades. Y eso sucederá. Julian y su equipo fueron los primeros en percatarse de tales posibilidades.

Así que podría haber alguien más esperando a sacar provecho de las nuevas opciones y oportunidades de la tecnología...

Sí. Todo este asunto es básicamente tecnológico. Hoy estamos en posibilidades de filtrar enormes bases de datos a todo el mundo, de manera casi instantánea.

* David Leigh es editor ejecutivo de investigaciones en el periódico The Guardian. Junto con otro periodista, Luke Harding, publicó un libro acerca de Julian Assange y WikiLeaks. Leigh fue parte del equipo de The Guardian que trabajó estrechamente con Assange para publicar los documentos secretos del gobierno estadounidense.