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Yanukovich está a la defensiva

Bernd Johann (VC)27 de enero de 2014

El presidente de Ucrania falló en su intento de dividir al movimiento de protesta. Solo por medio de nuevas elecciones se podría solucionar la crisis de Estado, opina Bernd Johann, jefe de la redacción ucraniana de DW.

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Bernd Johann
Imagen: DW/P. Henriksen

No se pueden aceptar ofertas envenenadas. Los líderes de la oposición ucraniana no se dejaron engañar por la nueva treta del presidente Yanukovich. Al rechazar la invitación para formar parte del gobierno, actuaron de forma inteligente. No pueden asumir altos cargos en el gobierno bajo un jefe de Estado corrupto que solo se aferra al poder, a la espera de poder dividir a la oposición y al movimiento de protesta.

El jefe de Estado aún no cede

El presidente Víctor Yanukovich aún no está dispuesto a ceder ante la principal demanda de nuevas elecciones. Tampoco muestra la intención de revocar las leyes antidemocráticas que amenazan la libertad de expresión y de manifestación, así como el trabajo de iniciativas sociales, conduciendo al país rumbo a la dictadura. Solo pretende poner en libertad a los manifestantes detenidos, si el movimiento de protesta se retira completamente del centro de Kiev.

No se trata de ofertas serias que pudieran aceptar la oposición y el movimiento de protesta, sobre todo, porque las fuerzas especiales del ministerio del Interior siguen en las calles, dispuestas a reprimir de forma sangrienta el movimiento de los indignados. Mientras Yanukovich presentaba su propuesta a los políticos de la oposición, el ministro del Interior, Vitali Sacharschenko, agudizaba dramáticamente su tono: el ministro, que tiene el mando del cuerpo especial de seguridad, calificó a los manifestantes de “extremistas” que en cualquier momento deberían contar con el uso de la violencia en su contra.

Contraviento en la economía

Y eso que el gobierno mismo está cada vez más bajo presión. Las manifestaciones masivas de Kiev se han extendido a todo el país. En las ciudades grandes en el oeste y centro del país, los críticos al gobierno ocupan alcaldías y oficinas de gobierno. También en otras ciudades hay levantamientos. Hasta en el este del país, donde el presidente generalmente cuenta con apoyo, las protestas se han intensificado. La cosa se ha puesto seria para Yanukovich.

Al parecer, los jefes de la industria con gran influencia política, conocidos en Ucrania como oligarcas, se están poniendo nerviosos y han empezado a ejercer presión sobre el presidente. Les preocupan las consecuencias de la crisis política para la economía ucraniana. La lucha por el poder está paralizando cada vez más al país. Rinat Achmetow, el empresario más poderoso de Ucrania, incluso advierte de una escalada. La economía no puede estar tranquila, si están matando a personas, escribió en una carta abierta, difundida por los medios de comunicación ucranianos.

Nuevas elecciones como única salida

Achmetow tiene razón. La violencia en Kiev debe terminar. Ucrania no puede perderse en el caos o acabar en una guerra civil. Las nuevas elecciones son el único camino que podrá impedirlo. Esto es lo que la oposición debe dejar en claro. Las vacías ofertas de Yanukovich no solucionarán la crisis. Deben tener lugar elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas.

Al mismo tiempo, es urgente que el cuerpo especial de la policía se retire de las calles. El presidente es responsable de la violencia de los últimos días. No puede permitir que la situación se agrave. Disparar a los manifestantes sería un crimen de lesa humanidad.

Bernd Johann es jefe de la redacción ucraniana de DW.