YouTube, la nueva TV adolescente
14 de febrero de 2015
“¡Aloha, amigos!”. Florian Mundt, más conocido en YouTube como “LeFloid”, mira con los ojos bien abiertos a la cámara y hace movimientos rápidos con las manos. Cada lunes y jueves, Mundt comenta en su “LeNews” noticias curiosas que han ocurrido en los días previos. “¿Qué opinan? ¿Debe alguien, eventualmente, hipotéticamente, poner en riesgo la vida de una persona para salvar a otra?”. “LeFloid” habla acelerado y se mueve en exceso para relatar que un rescatista perdió su licencia de conducir debido a que iba muy rápido hacia una emergencia. Más de dos millones de usuarios siguen a Mundt, especialmente jóvenes y adultos-jóvenes de entre 13 y 25 años que se vuelven locos con su show. Sus seguidores lo eligieron, de hecho, como ganador del premio del público del Grimme Online 2014.
Hace diez años apareció en la red YouTube, que desde entonces se ha convertido en un fenómeno de masas. Los estadounidenses Chad Hurley, Steve Chen y Jawed Karim fundaron el sitio con la idea de hacer masivos los videos que subieran creadores amateurs. El primer video muestra una breve y temblorosa secuencia de elefantes en el zoológico de San Diego. Con cortos y entretenidos videos de animales, YouTube rápidamente atrajo la atención del público: pandas resfriados y gatos parlanchines se hicieron conocidos en todo el mundo. Pero los videos más visitados, con mucho, son musicales. Con más de dos mil millones de clics, el video del coreano Psy “Gangnam Style” sigue siendo el más visto de la historia.
Chat, revista y TV
YouTube es en la actualidad todo lo que la juventud de los noventa encontraba en los salones de chat, programas de televisión y revistas juveniles: consejos, discusión, entretenimiento. Creadores jóvenes como “LeFloid” apuntan en sus videos hacia situaciones del día a día, que ofrecen a los espectadores temas que les son familiares. Mientras la compañía de comedia Y-Titty se presenta con trajes hechos en casa, la experta en belleza Bibi muestra su nuevo producto cosmético ante la cámara. Con casi 3 millones y medios de abonados, el artista Gronkh y su canal “Let's Play” lidera la lista de los canales de YouTube alemanes más conocidos. Sus seguidores pueden verlo jugar y comentar videojuegos.
El último estudio de JIM (Jóvenes, Información y Multimedia) asegura que el 75 por ciento de los internautas de entre 12 y 19 años usa varias veces por semana el portal de videos. La televisión viene después en el ranking. El uso de celulares se ubica en el tercer puesto. YouTube se ha convertido para los jóvenes en el reemplazo de la TV, porque no es un “aburrido medio de comunicación unidireccional”, sino un lugar donde se permite la interacción y los comentarios, dice Florian Mundt en una entrevista con el portal online vice.com.
Un imperio millonario
Hoy, YouTube es un negocio de millones de euros. El gigante de Internet Google compró la compañía apenas 19 meses después de su fundación por un total de 1.650 millones de dólares. Cuánto gana Google con YouTube es una información que la empresa no revela. Los expertos estiman que en 2014 YouTube ingresó 1.130 millones de dólares por concepto de publicidad. Algo pueden obtener los grandes artistas del portal de videos de ese monto total: mientras mayor es el alcance de sus videos, mayor es la ganancia. Empresas de marketing como Mediakraft ofrece contratos a los artistas de YouTube para incrementar el número de clics y obtener algo del éxito de sus creadores. Por esa comercialización, Mediakraft estuvo en los últimos meses bajo crítica, tanto que algunos de sus grandes clientes renunciaron a sus contratos.
Fundada en una oficina sobre una pizzería, YouTube es hoy una verdadera fábrica: acá se construyen estrellas elegidas democráticamente a gusto de la audiencia. Justin Bieber y Lana Del Rey se grabaron y subieron a YouTube antes de convertirse en ídolos mundiales. Ese tipo de éxito no ha sido alcanzado por los creadores alemanes hasta el momento. Al contrario: los jóvenes seguidores de Bibi, Y-Titty muestran que ellos buscan ídolos que sean, al mismo tiempo, sus amigos. Basta ver a “LeFloid”, que en sus videos siempre aparece en su habitación y la cámara pone en evidencia la sombra que oscurece sus ojos, por las horas que pasa editando sus ideas en el computador. La idea original de apoyar a los cineastas amateurs sigue ahí, pero YouTube, con su imperio millonario, ha crecido en sus diez años de vida hasta convertirse en la antítesis de su propuesta primigenia.