Índice de integración de inmigrantes
7 de febrero de 2008
Aproximadamente 20 millones de inmigrantes de terceros países viven hoy en día en los 27 países de la Unión Europea, cifra que supera a la población de Austria y Bélgica juntas. El British Council, la fundación alemana Friedrich Ebert y el Migration Policy Group, de Bruselas, acaban de presentar en Berlín el Índice de Políticas de Integración de Inmigrantes. En él se analizan los marcos de condiciones legales y políticas para la integración de inmigrantes en 25 países comunitarios (Bulgaria y Rumania no están incluidos), al igual que en Suiza, Noruega y Canadá.
Estudio comparativo
En la evaluación general, Alemania ocupa un lugar intermedio, en el número 14 de la lista. Los mejor calificados son Suecia, Portugal y Bélgica. En el último tramo figuran en cambio Grecia, Austria, Chipre y Letonia.
El estudio compara más de 130 indicadores sobre aspectos como el acceso al trabajo, la integración familiar, la duración de las estadías, la participación política, la adquisición de la nacionalidad o la protección contra la discriminación.
Las deficiencias de Alemania
Consultado sobre cuáles son los campos en que Alemania debería hacer más, el director del Migration Policy Group, Jan Niessen, señaló que “el acceso a la nacionalidad y la defensa contra la discriminación son las dos cosas principales. “ A su juicio, “Alemania debería organizar mejor ese aspecto”, y cita como ejemplo a seguir el caso de Portugal.
Niessen subrayó que Alemania debe mejorar mucho todavía en lo tocante a la concesión de la nacionalidad. En este punto, el país alcanzó sólo 38 de los 100 puntos asignados al ítem. Se critica, sobre todo, el hecho de que los inmigrantes sólo tengan derecho a solicitar la ciudadanía tras ocho años de residencia y que, además, deban cumplir requisitos adicionales.
El puntaje de Alemania tampoco fue satisfactorio en cuanto a las medidas contra la discriminación. Por ejemplo, se reprocha que la ley de igualdad de condiciones, vigentes desde el año 2006, no cubra directamente el tema de las desventajas que sufren personas debido a su nacionalidad. En este terreno, mucho queda al criterio de los tribunales.
En cambio, Alemania obtiene buenas calificaciones en la asignatura de la “participación política”.